El cantante y compositor Raimon posó ayer en el Auditòrium con la bahía de Palma al fondo. | Joan Torres

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La cadencia rítmica de la escritura poética de Ausiàs March y Salvador Espriu le inspira melodías que se convierten en canciones, pero, además, el cantante y compositor Raimon (Xàtiva, València, 1940) tiene una voz propia que surge de su biografía. Así lo aseguró ayer en Palma, donde presentó el concierto que ofrecerá el próximo 21 de diciembre en el Auditòrium. El día anterior, Raimon había participado de forma activa en el homenaje al poeta Jaume Pomar, fallecido el pasado mes de julio, de quien había sido amigo desde los años de juventud.

Antològic. Así se titulará el espectáculo que ofrecerá en compañía de un cuarteto de músicos y en el que incluirá «canciones que la gente conoce, otras que conoce menos y otras inéditas» que ofrecerá a sus seguidores locales, aquellas que no pudo interpretar en 2011 cuando viajó a Ciutat para promocionar el disco Relotge d'emocions .

Lleno de energía y trabajando en nuevos proyectos que no desvela, Raimon explica que Antològic incluirá la canción que Espriu escribió con motivo de la muerte de Rosselló-Pòrcel, de quien este año se celebra el centenario de su nacimiento, y otras que hablan de su madre, de su localidad natal, de cómo los medios de comunicación contaron la guerra de Irak «engañando, como si fuera una guerra televisada» a base de luces, del paso del tiempo, de la pintura de Tàpies. En resumen, de las emociones que el creador ha sentido frente a hechos y personas porque, como asegura, «creo que todo lo que he hecho, exceptuando los poemas musicados, es autobiográfico, desde las canciones más existencialistas a las más reivindicativas, porque yo lo he vivido así».

En sus «cincuenta años de oficio hay una relación directa entre lo que canto y lo que he vivido, las esperanzas, las sensaciones de derrota, las optimistas».

Política

Si la vida en todas sus facetas constituye el grueso de su obra poético musical, la política es un asunto siempre presente en sus encuentros con la prensa. Porque Raimon representa la lucha antifranquista, pero también la defensa de unos valores, como los de la lengua propia, que le enfrentan al todopoderoso PP valenciano. En este sentido, habla, por ejemplo, del peligro del sometimiento de los medios de comunicación al poder y dice que los públicos «deben estar al servicio de la sociedad» porque cuando «están a las órdenes del partido que gobierna deforman la idea de democracia». Frente a la actual situación política, practica «un pesimismo moderado y un optimismo atemperado».