La Orquestra Simfònica de Balears está dirigida esta temporada por Josep Vicent. | Pere Bota

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El Govern ha decidido, y así lo ha transmitido al resto de miembros del Consorci per a la Música de les Illes Balears, asumir cuanto antes el liderazgo en la gestión de la Orquestra Simfònica de Balears Ciutat de Palma. Las tres instituciones trabajan, según ha podido saber este periódico, para que a partir de enero sea el Ejecutivo balear el que capitanee la nave en solitario, con el consecuente apeo del Ajuntament de Palma y el Consell de Mallorca (CIM).

Desde hace meses, se habla de que en un futuro la orquesta podría quedar en manos del Govern, y así lo contó a Ultima Hora en agosto el secretario autonómico de la Conselleria de Cultura, Guillem Estarellas. «El Govern quiere la titularidad [de la orquesta] al final del camino», aseguraba entonces. Ese final del camino está a la vuelta de la esquina, final de año.

Cuentas pendientes

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El primer paso a cumplir para alcanzar a ese objetivo era solventar la cuestión económica, que las tres instituciones saldaran las cuentas pendientes con la formación desde 2010. Las modificaciones de crédito realizadas por las administraciones este verano para cubrir los dos millones de euros que reclaman Hacienda y la Seguridad Social fueron fundamentales en el proceso. Luego, la aprobación del plan de viabilidad económica para los dos próximos años. Con las cuentas relativamente limpias y rebajado el conflicto con la plantilla del consorcio llega la hora del cambio. Según aclararon fuentes consultadas, en estos meses debería 'disolverse' el consorcio y buscarse una nueva fórmula para gestionar a la orquesta. En ello, al parecer, se está trabajando ahora.

Desde hace ya meses, y con mayor intensidad desde que en mayo empezaron los impagos a los trabajadores de la orquesta, las tres partes del consorcio han hablado sobre la necesidad de revisar la participación de cada una de ellas en la Simfònica. Cort y CIM reclamaban un liderazgo del Govern, asumiendo el 60 por ciento de la inyección y el reparto 20-20 para el resto. El Ajuntament de Palma ha hecho su apuesta por la Banda Municipal de Palma, mientras que al Consell ese 20% tampoco le convencia.

Con esta nueva línea en marcha parece que todo aquello se diluye.