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Los problemas, y ya no tan sólo económicos, continúan para el Gremi de Llibreters de Mallorca. Durante estas últimas semanas, y después de varias asambleas de los libreros que integran el gremio, éstos se decantaron por Via Roma para ubicar la nueva edición de la Fira del Llibre, prevista para el mes de junio. Pero se han encontrado con un obstáculo legal: la vía está situada frente a la Clínica Rotger y existe una normativa que dice que no se pueden realizar actividades que provoquen ruido u olores en zonas hospitalarias o escolares.


Por este motivo, Francesc Sanchis, presidente del Gremi de Llibreters de Mallorca, estudia «bajar la Fira de la Via Roma hacia La Rambla», en el espacio urbano intermedio que existe entre ambos emplazamientos. El librero recuerda que «después de que en 2008 se reformase Via Roma, el Ajuntament de Palma ya se topó con este problema cuando quiso instalar las típicas casetas de Navidad». La problemática ahora se repite. «El gremio todavía se tiene que reunir para tomar una decisión definitiva», aunque Sanchis, como ya avanzó este periódico, baraja otras posibles sedes, como la Plaça d’Espanya.

Tanto Sanchis como el resto de los libreros están «muy interesados» en que la Fira del Llibre se realice en una zona cercana a La Misericòrdia, como el espacio intermedio entre Via Roma y la Rambla, porque, de esta manera, «el Consell cedería los jardines de La Misericòrdia y su salón de actos para organizar muchas de las actividades, de la Fira, como cuentacuentos, presentaciones o conferencias. Joan Rotger [vicepresidente de Cultura del Consell] nos aseguró que nos cedería estos espacios de manera gratuita y sin ningún coste». Esta cesión resultaría muy conveniente para los libreros porque «nuestras cuentas están bajo mínimos y estamos con la soga al cuello, como siempre», alertó Sanchis. A pesar de ello, «desde el principio nos estamos planteando que sea una Fira económica, para que las librerías tengan más facilidades y sea más accesible para todos».


Sede

El año pasado, los libreros se quedaron sin su sede «ideal», el Born, después de que Cort diera luz verde a la instalación de terrazas en este emblemático paseo. Esto provocó que el evento literario se trasladase al Parc de ses Estacions, un enclave que «no nos gustó ni a nosotros [el gremio], ni a los asistentes, sobre todo por el fuerte calor» y porque se celebró conjuntamente con la Setmana del Llibre en Català, «un hecho confuso para los visitantes».
En las próximas semanas se dará a conocer qué lugar de Ciutat acogerá la gran fiesta de los libros.