Marina Wagner y Marc Callejo, en Palma.

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Son jóvenes y tienen talento. Con tan sólo 20 euros han grabado Voodoo, la maldición , un cortometraje de 43 minutos que presentarán en la sala Rívoli de Palma el próximo 25 de octubre, a las 20.00 horas. Los estudiantes Marc Callejo y Marina Wagner son los directores (y también actores) de una proyección que combina elementos de terror gore y misterio. La muerte está omnipresente a lo largo de la historia.

Un grupo de amigos compran unos muñecos de tela predestinados. Cuestan el precio de la vida. Una hechicera se los vende en el mercado de la Plaça Major de Ciutat y, cuando los quieren devolver porque están sucediendo acontecimientos muy extraños, ella ya no está en su puesto. Les ha dejado una carta explicándoles el origen de sus adquisiones: «Estos muñecos adquieren el alma de quien los compra».

«Que hayan tantas muertes es porque en temas de efectos especiales es muy fácil, el espectador ve cómo dominamos la técnica», explica Callejo. El elenco de actores está formado por compañeros suyos de clase y amigos de sus respectivos municipios de residencia. Todos ellos son amateurs, excepto la actriz protagonista del cortometraje, Laura Alemany. La escasa financiación del proyecto la justifica Wagner argumentando que «la imaginación puede mucho más que el dinero».

Orígenes

Antes de grabarlo, se documentaron vía Internet y acudieron a un brujo de los subterráneos de Plaça Major para informarse sobre lo que era el voodoo . Se remontan a los orígenes de la religión y convierten el descampado de detrás del Ono Estadi en campos de Brasil. «Lo hemos querido llevar al extremo, el voodoo puede entenderse con buen fin, pero nosotros hemos escogido la catástrofe», concluye Wagner.