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La semana pasada empezaron a Almallutx (Escorca) las excavaciones de lo que ya se sospecha que será el descubrimiento arqueológico más importante de los últimos años en Balears. El gran poblado musulmán de resistencia descubierto el verano del año pasado por la arqueólogo solleric Jaume Deyà, junto con otros colaboradores, -y que había permanecido oculto bajo las aguas del embalse del Gorg Blau- permitirá poner de manifiesto aspectos hasta ahora desconocidos sobre la población musulmana de Mallorca durante la conquista de la Isla por parte de las tropas catalano-aragonesas.

Desde que se anunciaron estos hallazgos, -como publicó Ultima Hora el pasado mes de marzo- las expectativas no han hecho más que crecer. Ahora, una vez conseguidos todos los permisos del Consell y de Emaya, el equipo dirigido por Jaume Deyà y Pablo Galera ha iniciado la campaña.

El trabajo de campo se ha centrado en prospectar la zona e iniciar las tareas de documentación de las estructuras. Según Deyà, «el nivel del agua del embalse todavía cubre un 70 por ciento del yacimiento, aunque baja unos 20 centímetros por día debido a que en esta época del año se extrae ya bastante agua».

Las primeras observaciones son alentadoras, puesto que los arqueólogos ya han descubierto una nueva zona, hasta ahora anegada, consistente con un recinto amurallado talayótico, con varias estructuras. Según Deyà, «tenemos sospechas de que una de ellas, por su tipología, podría ser otro santuario como los que ya se conocen en el lugar».

Espectaculares

Por otro lado, el experto asegura que los «hallazgos superficiales no se han hecho esperar y son espectaculares». De momento, el equipo trabaja sin colaboración económica institucional, aunque algunas empresas y particulares están ayudando.

Por otra parte, el Ajuntament de Fornalutx ha puesto a su disposición el museo de Can Xoroi para instalar el laboratorio de la excavación. Deyà afirma que «de momento, trabajamos de forma altruista a la espera de conocer si el Consell nos da la ayuda económica prometida».

El hallazgo del yacimiento se dio a conocer por primera vez en las Jornades d’Estudis Locals de Sóller del pasado noviembre. Los primeros indicios apuntaron a que podría superar los 50.000 o 60.000 metros cuadrados de superficie con restos de cerámica almohade y estructuras de viviendas, calles, una mezquita y entierros orientados a la Meca.