Minaya y las jefas de su equipo, Ruth Sardón (izquierda) de Administración, y Cristina Martínez, de Producción. | Eugènia Canyelles

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La Orquestra Simfònica comenzará los conciertos de la temporada de abono el próximo día 26 de octubre, un cartel que presentará oficialmente el conseller Rafael Bosch, y del que, por tanto, el gerente, Marcelino Minaya, no puede adelantar datos, aunque señala que ya está cerrado y que la orquesta tiene planificado el trabajo hasta 2013. Por otra parte, Salvador Brotons, titular del conjunto sinfónico, ha firmado la continuación de su contrato hasta junio de 2013 rebajando su caché. Tras una primavera de protestas en la que el futuro de la orquesta pendía de un hilo, Minaya señala ahora que «entre todos tenemos que mimarla, quererla y ayudarla» y confirma el compromiso de las instituciones de las que depende, Govern, Ajuntament de Palma y Consell, de seguir apostando por ella. Además, éste será también el año del cambio de sede, del Auditòrium al Teatre Principal, y de día, los conciertos tendrán lugar los viernes en vez de los jueves.

—Después de todo lo que ha pasado, ¿cómo se encuentra la orquesta?
—Las aportaciones de las instituciones llegan puntualmente y la austeridad es constante. La situación global es cambiante, así que estamos adaptándonos a la situación.

—¿Cuándo comienza la temporada de abono y cómo le afectará la crisis?
—Empieza el 26 de octubre y se presentará oficialmente en los próximos días. El programa está cerrado y la orquesta tiene un plan de trabajo hasta final de 2013. El mensaje es de tranquilidad y la orquesta tiene incluso más compromisos de los que puede asumir.

—¿Cuántos conciertos se han programado?
—Los de abono serán los mismos de siempre, doce, pero, respecto a la actividad paralela, incluso habrá más, estamos trabajando para generar más actividad.

—¿Cómo qué, por ejemplo?
—Volverán los conciertos en los museos y queremos crecer en actuaciones de grupos de cámara, acercarnos al mundo pedagógico y a la sociedad, como marcan nuestros estatutos. También velar por la producción propia, por los compositores de aquí, además de traer cosas de fuera que aporten y hagan crecer.

—Salvador Brotons se queda. ¿En qué condiciones?
—Pues arrimando el hombro, aunque su contrato es mercantil y yo no puedo decirle por cuánto. De momento, ha firmado hasta junio de 2013 –que es cuando acaba la temporada–, cinco conciertos más uno institucional.

—Entonces, no dirigirá el Festival de Bellver en julio? ¿Habrá festival?
—De momento, él está vinculado a la orquesta hasta junio. En cuanto al festival, se mantendrá e incluso estamos estudiando ampliarlo o dotarlo de una identidad, de una línea. La orquesta es el máximo exponente musical y hay que vincularla al turismo. Este verano el festival ha ido muy bien, se ha llenado en todos los conciertos, ha costado un 70 por ciento menos que el año anterior y ha generado más ingresos. Esto es un ejemplo de que la orquesta está bien y es algo que se demuestra con hechos.

—¿Cómo ve a los músicos desde la gerencia después de todo lo que han sufrido?
—Los veo implicados, a buen nivel, con mucha profesionalidad y pendientes del día a día. Ya tienen el plan de trabajo y ya se han incorporado.

—¿Dejar el Auditòrium para tocar en el Teatre Principal puede provocar una fractura con los abonados?
—No tiene por qué ser así, en el teatro están trabajando para mejorar la acústica y, por su parte, la orquesta dará el máximo. Así se ha quedado y así se hará. Por otro lado, el Auditòrium es un punto de referencia en toda Europa por su acústica y estamos muy agradecidos de que nos haya acogido tanto tiempo.

—¿La subida del IVA afectará a las entradas?
—No, estamos exentos de IVA porque es un precio público. Hemos preparado un plan para hacer más accesible el acceso a la orquesta y habrá novedades respecto a los abonos.

—¿Echarán mano de alumnos destacados del Conservatorio como refuerzo?
—Sí, es un convenio entre ambas instituciones que se necesitan y colaboran, es una colaboración de ida y vuelta, pero esto no hay que verlo sólo como un ahorro para la orquesta; para ellos significa entrar en el campo de la experiencia, conocer lo que es una orquesta profesional, la disciplina, los ensayos.