La artista Mónica Fuster posó para este diario en el Taller 6A, de Palma.

TW
0

La naturaleza siempre ha formado parte del imaginario de la artista plástica Mónica Fuster. De hecho, «suele ser el punto de partida de mis trabajos», confiesa la propia creadora. Ahora, Fuster ha dado un paso más allá y ha instalado un 'jardín vertical' con «planta viva» en el Taller 6A Obra Gràfica, de Palma (Puresa, 8). Además, cerca de una veintena de piezas, entre obra gráfica, esculturas y un mural se suman a este «experimento».

Este nuevo trabajo de Fuster parte de un proyecto anterior que la artista dio forma en los Jardins de Tramuntana, en la carretera de Valldemossa. Allí, la artista confeccionó un jardín en el que plantó más de 36 especies diferentes, una labor que la documentalista Françoise Polo inmortalizó en un vídeo de cinco minutos de duración que, de hecho, forma parte de la exposición que actualmente exhibe en el 6A.

La muestra se completa con cerca de una veintena de trabajos de obra gráfica, y que traza a partir de un lenguaje «abstracto, lleno de color y expresiones y formas geométricas», que desarrolla a través de un lenguaje «delicado y sutil, con un punto orgánico y de transformación», detalla Fuster, que ha trabajado con técnicas como la piedra litográfica, «que deja una huella y un estilo único, muy directa y fidedigna al trazo del artista», o el grabado. Varias de estas piezas también son monotipos y cerámicas, unas piezas donde la artista ha contado con la colaboración del ceramista Pere Coll.

Para la inauguración de la muestra, los responsables del 6A cerraron la calle Puresa e instalaron varios granados. Uno de estos árboles permanece todavía en el interior de la galería y forma parte de esta exhibición «con fuerza y muy orgánica».