Es un espectáculo «para toda la familia», explica Rafel Brunet. «Tiene mucha acción y diversión y los 18 artistas que participan han trabajado duro para demostrar su carácter polivalente, ya que, además de actuar y cantar, bailan, luchan con espadas y hacen acrobacias».
El musical empieza con las primeras andanzas de un joven que es abandonado en el convento de San Diego, que custodia Junípero Serra, en el que recibe «los valores que forjan su carácter», afirmó el director. Diego, que recibe el nombre del convento, termina viajando por el mundo y, cuando vuelve a su tierra natal, se encuentra con una «situación desoladora», ya que el gobernador tiene casi esclavizado al pueblo. Convencido de que «todo aquel que puede actuar tiene que hacerlo, decide convertirse en un justiciero que luchará por la dignidad».
La historia contará con el toque romántico que pondrá el protagonista al enamorarse de Elena, la prometida del gobernados. También tendrá un componente humorístico «que aportarán, principalmente, tres personajes: «Bernardo, el amigo íntimo del Zorro, el sargento García, que pese a tener que luchar contra el protagonista en el fondo lo admira, y el gitano, un personaje divertido y abierto que ayudará en la lucha contra el gobernador tirano», explicó Brunet.
Un detalle muy importante en esta representación es el vestuario, que cuenta con 350 piezas, en más de 120 trajes, con los que se tratará de dar vida a los diferentes personajes. La actriz que encarna a Elena, por ejemplo, tiene hasta nueve cambios de vestuario.
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