Antoni Aloy, en el Parc de les Estacions de Palma, posó momentos antes de la entrevista. | Teresa Ayuga

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El cineasta Antoni Aloy se prepara para el estreno de su último trabajo, Marranadas. El cortometraje se emitirá la semana próxima en París durante la adaptación teatral de la novela francesa Truismes, escrita por Marie Darrieussecq. El vídeo complementará la obra, mostrando el final de uno de los personajes.

-¿Cómo llegó Marranadas?

-Es un proyecto que nunca he buscado, en el que estuvo involucrado Agustí Villaronga [que hace un cameo en el corto], pero por culpa de otros trabajos no pudo dirigir y él y el productor propusieron mi nombre a Alfredo Arias, cerebro de toda esta puesta en escena.


-¿Cuál es el argumento?

-El cortometraje cuanta los últimos días de una mujer que deja de ser persona para convertirse en un cerdo.

-¿Qué surge de eso?

- Es una cosa hermosa, emotiva y sucia a la vez. También resulta desgarradora y surrealista.

-Se estrenará en el teatre du Rond-Point en París.

-Sí, formará parte de la representación teatral de Truismes, un teatro de máscaras creado para que todo sea muy aséptico. Aprovechando el cambio de vestuario se emitirán monólogos de personajes de la obra, entre los que se encuentra el nuestro.

-¿Tiene mucho que ver con la visión aséptica de la función?

-No, la representación es fría y lo nuestro es una matanza de colores saturados de violencia emotiva.

-¿Quién representará la metamorfosis?

-Pepa Charro [conocida como La terremoto de Alcorcón], de la que soy muy amigo. Somos casi como hermanos.

-¿Qué tal su actuación?

-Será una bomba de relojería. Ha hecho un trabajo magnífico, pasando por un abanico de registros muy grande. Tan buena es su interpretación que, cuando fuimos a París, Alfredo Arias la recibió con una reverencia y un ramo de flores.


-¿Cómo le trataron los productores franceses?

-Tristemente tengo que decir que mejor que los españoles.

-¿Qué supone eso?

-Que me estoy planteando abrir una productora.

-¿Quiere eso decir que no le veremos rodar?

-No, de hecho tengo un proyecto que se podría empezar a rodar mañana, La motera.

- Un título potente, ¿cuál es el argumento?

- Es un psico-thriller urbano con puntos sobrenaturales que trata la venta del alma al diablo. Está basado en un cuento de Pilar Pedraza, La chica de la moto, y he contado con su supervisión y aprobación.

- ¿Por qué no empezará a rodar pronto?

- Me falta una productora, aunque ahora tengo que hablar con la Mallorca Film Comission para ver si la puedo rodar en la Isla.

- ¿Con gente de Mallorca?

- Sin duda volvería a trabajar con el magnífico Blai Tomás, natural de sa Pobla, que llevó la dirección fotográfica en Marranadas.


- ¿Hay algo más allá de ese proyecto?

- Tengo en mente una versión de la historia que protagonizaron los franceses en Cabrera. Pero no quiero hacer un biopic, me gustaría darle un toque de cómic.