Imagen de archivo de las pruebas de luz con el modelo de lámpara que propone Rabassa. | Joan Torres

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La apertura oficial de sa Llonja se aplaza hasta final de mayo. Así lo confirmó ayer Pere Joan Martorell, director general de Cultura del Govern, después de que la Comissió d'Ordenació del Territori i Patrimoni Històric rechazara el modelo de lámpara de cuatro brazos propuesta por el arquitecto Pere Rabassa para el edificio gótico.

Cabe recordar que la Ponencia Técnica de Patrimoni Històric ya había desestimado el pasado día 15 dichas lámparas porque «tienen mucha potencia visual» y «comportan un elemento que no dialoga con el edificio y el espacio y provocaría una ruptura con la lectura más diáfana de este espacio singular», entre otros argumentos. Son 12 piezas redondas de estilo contemporáneo de 2,5 metros de diámetro y cuatro brazos. Por tanto, el arquitecto deberá presentar un nuevo proyecto a la citada Ponencia, como así lo confirmaron ayer, tanto el propio Rabassa como el director insular de Patrimoni, Biel Cerdà, lo que retrasará toda la tramitación y echa por tierra la intención del Govern de abrir sa Llonja en abril, al mismo tiempo que retrasará el calendario de actividades previstas. Rabassa explicó que cuenta con otro prototipo de lámpara igual al anterior, «pero sin brazos», que presentará a la próxima reunión de la Ponencia Técnica, el 15 de marzo, y que este modelo era «mi primera alternativa». Según su criterio, sa Llonja debe iluminarse mediante el sistema de lámpara y no el de raíl con focos direccionales que es el que «estaba aprobado en el proyecto anterior [a su llegada a la dirección de la obra] y que parece de sala de exposiciones».