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Agustí Villaronga y Pa negre se convirtieron anoche en los grandes triunfadores de la 25 edición de los Premios Goya, que se celebraron en un nuevo escenario, el Teatro Real de Madrid. Los galardones a la Mejor Película -por primera vez para un filme en catalán-, Mejor Director, Mejor Guión Adaptado y todos los de interpretación a los que optaba, excepto para Sergi López, confirman el éxito de una cinta que ya arrasó en los Gaudí de la Academia Catalana y en los Forqué.
La fiesta arrancó con el descenso desde el cielo de un 'resucitado' Andreu Buenafuente, 'asesinado' en la ceremonia de 2010, a las tablas del teatro madrileño para repetir por segundo año consecutivo como conductor de unos premios que anoche celebraron su cuarto de siglo, marcado por el regreso de la alfombra roja y las protestas en contra de la ley antidescargas de la ministra de Cultura, Àngeles González-Sinde, quien presidió la ceremonia junto a otros miembros del gobierno. «¡Buenas noches! Esto ha sido una descarga legal», primera bofetada del presentador a la ministra.
La polémica en torno a la ley Sinde que ha enfrentado al ministar y a Alex de la Iglesia fue comentada: «Creo que han venido en el mismo taxi», bromeó. «Tengo ya mi teoría, yo creo que se gustan. Tanto roce, tantas cosas... Ministra, espero que la gala le mole, que le emole -en referencia al programa de descargas eMule», bromeó el catalán, quien también tuvo para el cineasta vasco: «El anuncio de su dimisión ha sido la mejor campaña de promoción para los Goya, y la gente se lo ha creído».
Villaronga, que recogió su estatuilla de manos de Rosa María Sardá y Juanjo Puigcorbé, quiso compartir el premio no sólo con sus compañeros de equipo de Pa negre, sino también con los de sus películas anteriores.
Los intérpretes del filme del cineasta mallorquín vieron reconocido su trabajo con un galardon a la mejor actriz para Nora Navas; para Laia Marull, como mejor actriz de reparto, y Marina Comas y Francesc Colomer, mejores actores revelación. «Muchas gracias a Agustí, a mi familia, a mis amigos, a todos...», dijo Comas entre sollozos en uno de los momentos más tiernos de la gala.
Por su parte, Javier Bardem, quien no pudo con el 'rey' Colin Firth en los BAFTA, vio cómo su papel en Biutiful era reconocido por sus colegas del cine español. «Se lo dedico a mi mujer y a mi hijo, por rescatarme el corazón y la sonrisa todos los días», dijo emocionado.