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Una vez rehabilitado integralmente el edificio de sa Llonja -está previsto que las obras finalicen en marzo- es necesario la mejora de su entorno y la apertura del jardín de Presidència como espacio público para una mejor contemplación de la construcción de Sagrera. Ésta es la tesis que sostiene el arquitecto y director de rehabilitación integral del edificio, Pere Rabassa, quien propuso hace un par de años a Cort la elaboración de un plan de mejora de los alrededores de sa Llonja.

El Ajuntament de Palma, de acuerdo con la propuesta, solicitó a Rabassa y Francisco José Cifuentes un estudio previo sobre la adecuación del entorno, que entregaron a finales de 2009 y que recoge el estado actual, las deficiencias de la zona y las propuestas que los expertos proyectan.

De momento, el Ajuntament no ha desarrollado el proyecto por falta de recursos, pero no descartan buscar financiación. Cabe recordar que en estos instantes sa Llonja continúa en obras, concretamente, hace unos días empezó la segunda fase.

Apertura

La principal propuesta de los expertos es la apertura como espacio público del patio que une el Consolat con sa Llonja. Esta zona ahora está cerrada y en algunas ocasiones se utiliza como párking, como puede verse en la imagen de la derecha. «El objetivo es que el visitante pueda ver sa Llonja desde todos los puntos», apuntó Rabassa, quien explicó que, según la documentación histórica, este espacio era un jardín-huerto de los mercaderes y que su intención sería instalar «un cerramiento con verjas corredizas» que «permita tenerlo abierto y cerrarlo cuando se organicen actos institucionales».

En esta zona, según la propuesta del estudio, se delimitaría una parte privada contigua a la capilla del Consolat; se trasladaría una estación transformadora a otro lugar más adecuado; se plantaría vegetación de poco porte, probablemente naranjos; y se mantendría la fuente en el centro, «rememorando lo que las crónicas describen como el jardín de sa Llonja».

El arquitecto subraya que ésta sería una de las intervenciones más llamativas, pero cree que para la mejora del entorno se debería, entre otras cosas, desplazar el carga y descarga a la zona de plaza de Atarazanas o al Passeig Sagrera, junto al mar; ordenar la jardinería y el mobiliario urbano, o retirar los cubos de residuos.