Andrea Bocelli y Elton John maravillaron a 25.000 personas en Son Moix. | Teresa Ayuga

TW
31

Son Moix vivió anoche una doble transformación. En la primera, el estadio del Real Mallorca tomó el carácter sobrio y elegante de un auténtico teatro o auditorio lírico, gracias a Andrea Bocelli; en las restantes, invitó al público a olvidarse de cualquier apariencia deportiva o reminiscencia clásica, apoyado en un juego de luces e iluminación, para embarcarlo en un viaje al pasado por la trayectoria musical de uno de los músicos más importantes del panorama internacional, Elton John. Pero esto sucedía tiempo después.

Antes, a las 17.30 horas, el estadio abría sus puertas a cerca de las 25.000 personas, muchas llegadas desde otros puntos de Europa, que no querían perderse el espectáculo del año, la mayor producción realizada en Mallorca. Para contarlo al resto del mundo, cientos de periodistas, algunos enviados por sus medios de comunicación desde otros países europeos. La expectación era máxima y, después de una semana de preparativos, por fin las dos estrellas estaban ya en la Isla. Bocelli, que a primera hora de la tarde hacía las correspondientes pruebas de sonido, sería el encargado de inaugurar un espectáculo en el que han trabajado más de 600 personas.

El goteo de público, al que Victoria Maldi se encargó de dar la bienvenida, no cesó durante más de dos horas. Aún de día, la Orquestra Simfònica de Balears y la Coral Universitaria de les Illes Balears estrenaron en solitario las más de cinco horas de concierto. Fue entonces cuando los asistentes terminaron de acomodarse en las gradas y en la gran zona habilitada sobre el césped. Llegó la salida al escenario del maestro Andrea Bocelli y el silencio tomó el campo. Desde la primera canción, Intanto amici quà, el tenor italiano tomó las riendas del recital, conquistó al público, incluso a aquellos que, en principio, acudían al concierto con el fin de presenciar la primera actuación del británico Elton John en Mallorca.

El italiano recibió grandes ovaciones del público, especialmente tras las piezas más populares o los clásicos españoles, como Granada, Sentimiento tu amor, de El concierto de Aranjuez, La donna e mobile o Sole Mio, la más aplaudida de la noche. Gran protagonismo tuvo la soprano española Saioa Hernández y excelente fue la interpretación de las Div4s. Todo el conjunto estuvo a la altura. Ni qué decir que la apuesta local, la Coral de la UIB y la Simfònica, bordaron su actuación.

Noticias relacionadas

Caía la noche y tras más de una hora y media de concierto, el estadio se seguía llenando y las ovaciones al espectáculo de Bocelli se sucedían con la entrada en escena de Heather Headley y su chorro de voz, premiada con un Grammy. Un espectáculo casi irrepetible en Mallorca, en el que miles y miles de personas se ponían de pie para aplaudir este repertorio más clásico. Emocionante hasta el final.


Descanso

Después de dos horas de recital llegó el descanso. Momento de refrescarse y de encontrarse con algunas caras conocidas de la Isla: autoridades, empresarios o artistas. También gran cantidad de público llegado desde Inglaterra y excelente respuesta de la colonia británica en Mallorca. Muchos se encontraron en las dos zonas VIP habilitadas en el recinto, una de ellas instalada a pie de campo por el Grupo Serra. Y, entre el público y en las gradas, más de 800 invitados de la ONCE.

Treinta minutos exactos duró el cambio del espectacular escenario que ayer presidió Son Moix. Menos de lo que los asistentes esperaban. A las 22.00 horas, sonaban las primeras notas del piano de Elton John. Los asistentes corrían, muchos regresaban a sus localidades y otros tomaban literalmente el campo. Querían pasarlo bien, bailar sin parar y Elton les animó a hacerlo desde el minuto uno. Salió con fuerza, pidiendo al público que bailara, que aplaudiera, que le acompañaran a él y a su banda. Y el público respondió a su rock, a sus temas más melódicos. Era una fiesta, un espectáculo único e irrepetible. No se podía dar menos.