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El Museu d'Història de Catalunya recuerda la importancia del movimiento musical de la Nova Cançó con una gran exposición que permanecerá en Barcelona hasta el 31 de octubre. La cantante Maria del Mar Bonet, como miembro del grupo Els Setze Jutges, y el fotógrafo Toni Catany, autor de parte de las 150 instantáneas divulgadas, son dos protagonistas destacados de la muestra.
Una imagen en blanco y negro de Bonet, tomada en pleno campo por Catany en 1974, se distingue en una de las salas, ocupada por decenas de retratos. Raimon en pose trascendente, Joan Manel Serrat traslada un piano en un carro tirado por un burro en Cala d'Or y Núria Feliu con aspecto sugerente parecen mirar al espectador. La fotógrafa Pilar Aymerich ha comisariado la exposición junto al periodista Xevi Planas.
«La revista Enderrock dedicó cinco o seis números a algunos cantantes de la Nova Cançó y, al ver mi archivo y darse cuenta de todo el material que tenía, pensaron en la posibilidad de preparar una exposición», comentó Aymerich, quien confesó que «al principio se planteó un montaje de fotografías, pero la coincidencia con el 50 aniversario de la Nova Cançó abrió la posibilidad a algo mayor, e incorporamos objetos significativos».
Aymerich, que retrató a Ovidi Montllor desde los primeros conciertos hasta su muerte, consideró que «los fotógrafos eran amigos de los escritores, pintores, actores y cantantes, y formábamos parte de la cultura, pero eso se va perdiendo». La retratista declaró que «es necesario que el fotógrafo sea una persona culta porque trata con seres humanos».
En la exposición se pueden contemplar imágenes inéditas, como una fotografía del fondo documental de Pau Barceló en el Institut del Teatre, en la que se puede observar a Maria del Mar Bonet, Rafael Subirachs y Lluís Llach en el bar del local de la Cova del Drac en el año 1967, o la instantánea de un concierto con la mallorquina y el grupo Pau i Jordi en el Parc de la Ciutadella, tomada un año más tarde. De Robert Llimós es una litografía inspirada en la canción Què volen aquesta gent?, popularizada por Bonet y escrita por Lluís Serrahima.
Los autores de las fotografías forman parte de tres generaciones vinculadas a la Nova Cançó. «Oriol Maspons y Josep Puvill retrataron la primera época a partir de los 60, después llegó el recambio de fotógrafos como Colita, Toni Catany o yo misma, y, años más tarde, apareció otra generación en la que estaban Pedro Madueño o Paco Elvira», recordó Aymerich.
El montaje comienza en la década de los cincuenta, incide en la aparición de Els Setze Jutges y Raimon, recoge los primeros conciertos, la represión antifranquista, la transición, el concierto de Canet Rock y la recuperación institucional que coincide con la crisis de la canción en catalán.
Para Aymerich, «lo que ha quedado de la Nova Cançó son las canciones, que se escuchan poco», y añadió que «los músicos que salen ahora y que cantan en catalán, como Roger Mas, surgen del poso de la Nova Cançó, porque sin ésta posiblemente ahora cantarían en inglés».
Vacío
«Es fácil distinguir dos líneas en los cantantes actuales: la de Raimon o Lluís Llach, más de cantautor, y la de Sisa o Pau Riba», y se quejó de que «a partir de los años 80 se decidió que la Nova Cançó ya había terminado y se le hizo un vacío, al mismo tiempo que aparecían las instituciones democráticas».
En ese sentido, Bonet comenta en uno de los vídeos proyectados en la muestra que «no ha habido una política seria hacia el mundo de la canción ni han defendido nuestra música».
El Museu ha organizado un ciclo de conciertos que incluye a Miquela Lladó en septiembre.