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Es Born se transformó ayer en el enclave de la XXVIII Fira del Llibre, un espacio dedicado a la literatura y la reflexión con la pretensión de acercar la lectura a la ciudadanía como «puente de pensamientos y culturas». Con estas palabras finalizó su pregón la profesora, periodista y colaboradora de Ultima Hora, Margalida Capellà, que recordó en su texto a la memoria y el espíritu de la República como herramienta «para mejorar la enseñanza, la escuela y la educación que es, en definitiva, el soporte de un país». Le acompañaron Aina Calvo, alcaldesa de Palma; Joan Font, conseller insular de Cultura; Francina Armengol, presidenta del Consell; Bartomeu Llinàs, conseller de Cultura, y Francesc Moll, president del Gremi de Llibreters.
Capellà realizó la lectura de su discurso junto a fíguras de la política local y ante un número de asistentes muy numeroso. En sus palabras, la periodista enfatizó los valores republicanos que «valoraban la inteligencia y la honestidad, no la mediocridad y la corrupción», haciendo una alusión directa a los «especuladores que con su falsedad, han destruido edificios que formaban parte de nuestro patrimonio cultural». Además, subrayó que la educación y la enseñanza en las escuelas «es el fundamento donde se asienta la madurez del pueblo y el futuro del mismo», y denuncio la «degradación de la enseñanza y las escuelas».
Por otra parte, la pregonera dio un salto en la memoria histórica para criticar la «censura» con acontecimientos como «la quema de libros y bibliotecas», un acto que definió como «lamentable».
Conocimiento
Pero no todo fueron críticas, ya que Capellà exaltó el símbolo del libro como una «fiesta del conocimiento y una manifestación de amor», definiéndolos como una «ventana abierta al mundo, una oferta al diálogo y una fiesta para la inteligencia».
La periodista también hizo hincapié en un tema que sigue de actualidad como es la normalización lingüistica, manifestando su malestar por «no siempre poder expresarme en mi lengua», lamentando este hecho debido a que «el aspecto identificativo de un pueblo es la lengua, y la lengua catalana es sinónimo de libertad, de nuestra libertad».
Los 27 expositores de la Fira permanecerán abiertos hasta el próximo 6 de junio. Francesc Moll, president del Gremi de Llibreters, calificó de «favorable y positivo» la asistencia de los ciudadanos a este encuentro literario, lo que el llibreter traduce como «un buen augurio de lo que se sucederá en próximos días».