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La nueva cosecha de composiciones musicales de Juan Perro «son hijas de la relativa tranquilidad» que el músico encuentra en su casa de Santa Maria del Camí y que hoy presenta, a partir 22.00 horas, en el Auditòrium de Palma, «un espacio técnicamente fantástico» en el que Santiago Auserón y su banda vencerán «el frío producido por la distancia con el público» a base de «ritmo y buena vibra».
El músico y compositor presentará en sociedad a sus «15 nuevas nenas» de las que se siente «bastante orgulloso». Los temas no podrán encontrarlos en ningún disco -al menos, por ahora- por lo que la actuación de esta noche, «un evento de creación poética», es «una ocasión única». Santiago Auserón oficializa así su divorcio de la industria discográfica: «Después de treinta años de oficio me enfrento a una situación novedosa, sin vínculo con la industria discográfica, pero muy interesante desde el punto de vista creativo y más apetecible». Para el intérprete maño «el disco [como soporte] tiene ahora entidad dudosa» y, al final, lo realmente importante es «la unidad sonora, la música».
Después de una década de «acercamiento a los ritmos cubanos», entre 1993 y 2003, Juan Perro viajó a Nueva Orleans en 2008 tras el Katrina. «Me entró vértigo, pensé que se iba a perder una memoria musical vital del siglo XX. Viajé buscando la huella de lo hispano y el eslabón que conecta diversos géneros con la rítmica y la melodía cubana. Fue una satisfacción comprobar que lo esencial, la música, estaba viva y rugía». Después de aquel viaje, y otros posteriores, se recluyó en su casa mallorquina. Aquí empezaron a salir con fluidez los temas que el ex líder de Radio Futura presenta hoy con su banda. Sobre aquella época: «Me cansé de ser un icono del rock porque no lo busqué. Sólo era un estudiante de filosofía», explicó Auserón, quien reconoció que «en Radio Futura se nos llevó por un terreno que yo no quería. Querían convertirte en un cara cartón».