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El Teatre Principal de Palma estrena hoy, a las 21.00 horas, la temporada con el espectáculo de danza Per un tros del teu cos, de la Compañía de Danza del Teatre d'Alaró.

Wste espectáculo, que podrá verse también mañana, está inspirado en el poema de Lluís Llach del mismo nombre. «La poesía es la conexión de todo el montaje y la inspiración. Me encontré con este poema y me pareció oportuno y directo. A partir de ahí surgió el esqueleto de toda la obra», explicó Carlos Miró, director y coreógrafo del espectáculo.

Con un elenco de 18 bailarines, esta obra pretende «mostrar las relaciones entre las personas a través del movimiento en el espacio», comentó el director, quien añadió que «es la apuesta más fuerte de la compañía. Supone un nivel de dificultad mayor, tanto técnica como física, por su intensidad y musicalidad».

Aunque con pequeños fragmentos neoclásicos, la danza contemporánea es el estilo dominante del espectáculo.
Finalmente, Vasil Vasilev no se incorporará al elenco como bailarín principal ni a la compañía debido a «discrepancias profesionales», aclaró Miró, por lo que le sustituye la bailarina Muriel Romero. La música que integra el espectáculo varía desde temas electrónicos a piezas más clásicas como Funeral Sentences, de Henry Purcell, que «marca uno de los momentos de más peso de la obra», apuntó el director artístico.

«Utilizamos las músicas más divertidas para ironizar sobre cosas más serias, como por ejemplo la violencia de género», aseguró.
La Compañía de Danza del Teatre d'Alaró lleva trabajando en este proyecto desde noviembre del año pasado. «Es nuestro primer paso en el Teatre Principal y lo vamos a dar con coreografías muy intensas y sacrificadas que necesitan gran preparación física tanto a nivel clásico como contemporáneo», aseguró el coreógrafo Carlos Miró.

Desde la dirección artística se presenta el montaje como un paso más allá. «La puesta en escena es cercana a nuestro anterior montaje Mediterráneo, pero, con Per un tros del teu Cos, queremos contar más. Hablamos de la violencia racista y de género, nos volvemos críticos, pero lo hacemos todo de manera conceptual. Esto en el escenario es muy difícil de conseguir porque no vendemos los problemas directamente, sino que los abordamos con ironía».