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A. LARGO / L.ACEDO La puesta en marcha del Consorcio del Audiovisual tropieza con una nueva piedra en el camino. En la comparecencia posterior al Consell de Govern, la portavoz del Govern, Joana Barceló, anunció que la creación de dicho consorcio no había aprobado al toparse con «dificultades en la redacción y en la tramitación de los estatutos, y no por razones políticas». Barceló apuntó, sin embargo, que «existe la voluntad de hacerlo pronto».

Esta decisión merma las esperanzas de un sector, el cinematográfico, que hace sólo unos días reclamaba al Govern la aprobación de este consorcio del que, según reconocían, dependía el «futuro de la cine balear».

Ayer, el presidente de la Associació de Cineastes de les Illes Balears, Lluís Ortas, mostraba su «gran decepción» ante la decisión del Govern y comentaba que, «después de dos años trabajando en los estatutos, nos sorprende la poca profesionalidad de algunos políticos que tienen herramientas para poner esto en marcha». «Volvemos a estar donde estábamos, en un retraso respecto a otras comunidades», subrayó.

Por su parte, el director técnico de Illes Balears Film Commission, Pablo Azorín, aseguró que «los estatutos están acabados y aprobados por todos los que participan en el consorcio. No veo complejidad en el tema y echar balones fuera es dar un paso atrás». Azorín afirma que «sin consorcio peligran muchos puestos de trabajo y mucha entrada de capital en la Isla», además, lamentó que «esto significará la muerte de las Illes Balears Film Commission, porque se iba a financiar a través de este consorcio».

En su comparecencia, la portavoz del Govern explicó, para tranquilidad del sector, que el hecho de que no salga ahora adelanto «no implica que el sector no siga cobrando el millón de euros de ayuda que recibe de las Conselleries de Cultura y Presidència». Ante esto, el director técnico de Illes Balears Film Commission comentó que esas ayudas «están destinadas al documental y dejan de lado a la ficción, ya que no la consideran comunicación». Azorín dice que «muchos de nuestros cineasta se van a trabajar fuera, sobre todo, a Catalunya, por las condiciones de trabajo».

Otros de los perjudicados, aseguran, será el MA ISCA, ya que el consorcio preveía la creación del Laboratorio de animación y tecnología audiovisual, del que el máster formaría parte. Esta decisión «nos afectará porque a través del consorcio estaba previsto destinar alguna partida a profesores del máster», dijo Joan Montes de Oca, director de MA ISCA.