Su último disco, 'Curiosa la cara de tu padre', ha dado un giro hacia el rock y se despega de la rumba. Su espectáculo, por lo tanto, también ha evolucionado.

TW
0

ARNAU BUSQUETS

Melendi, ese chico que sorprendió con sus aires rumberos y gamberros, ha madurado. La desaparición de sus rastas sólo es la parte más visible de su evolución personal y musical, que le acerca poco a poco al rock sin perder su esencia. Con cuatro discos de estudio a la espalda, el 27 de junio tocará en el Palma Arena.

-Dice que sus canciones hablan del día a día y de la calle. ¿Puede mantener el contacto con el mundo de la gente corriente?

-A veces lo he pensado, pero creo que no perderé esa conexión. Toda la vida estaré en la calle de una forma u otra. La realidad se palpa igual, aunque ya no puedas ir a un centro comercial a las cinco de la tarde. Siempre encuentras tus momentos, tus sitios y tus huecos. Al final, vivimos en el mundo y rodeados de información...

-Ya no es tan canalla como antes... ¿Ha madurado?

-Voy perdiendo rumba y con el paso del tiempo mi canallería se va convirtiendo en ironía. Poco a poco vas madurando y te vas metiendo en un estilo. Voy abandonando la guitarra española; aunque no del todo, porque es parte de mí. Me paso 24 horas al día rodeado de músicos, así que es normal que haya nuevas cosas que te tiren más. Hay que ser fiel a lo que te apetece. Ahora me siento más cómodo en el estudio y en el escenario.

-Suele sacar discos y luego reeditarlos añadiendo nuevos temas. ¿Es un creador insaciable o le puede el márketing?

-Sinceramente, eso es cosa de la compañía y es puro márketing. No puedo hacer nada. Yo hago lo mío y punto. Después la compañía hace lo suyo. A mí lo que me gustaría es ofrecerle a la gente lo máximo desde el principio, pero yo no decido nada de eso. Por suerte, ¡tengo todo el control en la parte artística!

-¿Qué control tiene del 'producto' Melendi?

-Afortunadamente, yo empecé en un sello pequeño y mi nivel de control se ha mantenido incluso en una gran discográfica.

-Dice de usted mismo que no es buen músico.

-Los grandes músicos son los que han estudiado. Yo toco de oído y me defiendo en el escenario. Soy más bien compositor.

-¿Y es buen compositor?

-Como compositor, cuanto menos aprendas a nivel musical, mucho mejor. Si no entras en un freakismo que la gente no entiende. Hay que mantenerse así, para conseguir canciones frescas y sencillas.

-Quería debutar como actor y tenía un proyecto para rodar en Eivissa. ¿Qué ha pasado con esta vocación?

-Han surgido tres o cuatro proyectos que hemos tenido que aparcar por problemas de agenda. La productora tiene fe, pero yo no. No veo la oportunidad de poder tener 14 semanas libres para rodar una película. Aunque me apetece mucho.

-¿Pero sigue habiendo proyectos?

-Ahora mismo se habla de dos películas, una comedia y un drama. En una sería uno de los dos protagonistas, y en la otra el protagonista principal.

-¿Protagonista? Pensé que no tenía experiencia como actor.

-Pues no... Pero cuando te conocen, los guiones te llegan así.

-En su última visita nos prometió «la mejor gira que he hecho». ¿Esta vez también?

-A pesar de la situación, no sacrificamos nada de cara al público. Y te tengo que decir que la gira es la mejor, realmente. Además, es diferente a la anterior porque el nuevo disco lo cambia todo: la banda, las luces, el sonido. Me acompaña una formación más rockera, como el álbum.

-Una pregunta poco original, pero obligada: ¿Cómo vendrá a Mallorca?

-¡En avión, hermano! Eso ya está superado.