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R.C./E.P. Las previsiones eran quizá demasiado optimistas. Las anteriores ferias celebradas en Palma, en las que el libro también era protagonistas, tuvieron buenos resultados, los libros no notaban la crisis y los libreros se mostraban más que satisfechos por unas cifras de ventas excelentemente buenas. La XXVII Fira del Llibre cerró anoche con una afluencia de público «muy notable», aunque con unas ventas ligeramente inferiores a las que se registraron en la edición del año pasado, según señaló el presidente del Gremi de Llibreters de Mallorca, Francesc Moll.

La jornada de clausura fue ayer bastante completa en el Passeig des Born. Cuentacuentos, animación en la calle, actuación de los Castellers de Mallorca y la presentación de Pere Garau, un barri amb història, editado por ARCA, y una conferencia-debate sobre Cada castell i totes les ombres, de Baltasar Porcel, a cargo de Rosa Planas, Damià Pons y Antoni Planas. Los autores han sido «los verdaderos protagonistas» de esta edición del encuentro literario, por el que han pasado aproximadamente medio centenar de ellos, reconocía Moll.

Siguiendo la tendencia del Dia del Llibre en cuanto al ránking de los títulos más vendidos, Stieg Larsson vuelve a instalarse en el primer puesto con su exitosa trilogía, seguido de La crònica àrab de la Conquesta de Mallorca, así como de Els orígens del mallorquins, de Onofre Vaquer.

Después de diez días de actividad en el Passeig des Born, los 26 expositores, la mayoría de Palma, cerraron ayer sus puertas con la sensación de que ésta edición ha resultado algo floja, sobre todo, si la comparativa se hace con los últimos eventos en los que la crisis pasaba absolutamente de largo.