La familia Ordinas recuerda que el Castell d'Alaró es propiedad privada desde hace 124 años.

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MARGALIDA RAMIS

Después de que el jueves se confirmara la noticia de que el Estado es el propietario del Castell d'Alaró, la familia Ordinas reivindicó ayer la propiedad de la fortificación y aseguró que «tomaremos medidas legales si empiezan las obras, tal y como indicó el Consell». En este sentido el abogado y representante de la familia, Miquel Àngel Ordinas, advirtió de que, «en última instancia, será el Tribunal Supremo quien decida la propiedad del castillo».

Ordinas señaló que, cuando se inicien las obras, en primer lugar recurrirán la licencia municipal de obras y solicitarán su suspensión cautelar. Además, Ordinas aseguró que interpondrán una querella criminal contra el alcalde d'Alaró y contra todas aquellas personas que intervengan en la concesión de la licencia de obras por un delito de prevaricación y que, finalmente, solicitarán judicialmente que el Castell d'Alaró es propiedad privada.

«Defenderemos la propiedad del Castell hasta el final», sentenció Miquel Àngel Ordinas. Asimismo, señaló que, «aunque nos indigne tener que estar reivindicando algo nuestro de manera sistemática, nos satisface el hecho de que el Ministerio no haya aportado ningún documento que contradiga las escrituras que nosotros tenemos, según las cuales, Lorenzo Ordinas es el propietario del castillo».

Sin embargo, la consellera insular de Cultura i Patrimoni, Joana Lluïsa Mascaró, puntualizó que, «en el caso de propiedades del Estado, es el particular quien debe aportar la documentación» y añadió que «el Consell no debe demostrar nada y empezaremos las obras porque disponemos de un documento de Madrid que así lo autoriza».

Por su parte, Miquel Àngel Ordinas recordó que hace 124 años que el Castell d'Alaró es una propiedad privada y que así consta en la declaración de Monumento Nacional del castillo del año 1931. En este sentido, Ordinas explicó que «en dicho documento consta que las ruinas, las murallas y los aljibes son propiedad de Antonio Canals», «quien lo vendió a Antonio Ordinas Català el año 1935», aclaró. Así, a pesar de la noticia del Estado, la familia Ordinas sostiene que son los únicos propietarios del Castell d'Alaró, a excepción del oratorio y de la casa de hospedería, «tal y como aparece en el catastro, donde consta que a excepción de 400 metros cuadrados, el propietario del castillo es Lorenzo Ordinas».

Finalmente, Miquel Àngel Ordinas lamentó la «demagogia de los políticos entorno al Castell» y recordó que «durante 124 años nadie ha cuestionado su propiedad hasta ahora, que dicen que es público».