Vista del claustro de Sant Vicenç Ferrer, que recibió la visita de unas 2.000 personas.

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MARGALIDA BONNÍN

Tintín, el Capitán Trueno, Corto Maltés, Son Goku, Mortadelo y Filemón, Spiderman y hasta un Tirant lo Blanc en cómic. Todos ellos compartieron mesa ayer en la 18 Fireta de Llibres i Tebeos Vells que se celebró en el Claustro de Sant Vicenç Ferrer, en Manacor.

Durante toda la mañana, Manacor respiró en formato dibujo y color. Un total de 32 expositores hicieron las delicias de unas 2.000 personas, que abarrotaron el claustro. Gente de todas las edades compartió su pasión por un género, el del cómic, muchas veces considerado menor, y que aumenta su reputación año tras año gracias a actos como los de ayer en Manacor. Desde 2002, la Associació d'Amics i Víctimes del Còmic, junto con el Consell de Mallorca, organiza esta fireta donde particulares y libreros ofrecen miles de ejemplares a precio popular. Con una media de tres firetas por año, es la quinta vez que se celebra en la capital de Llevant, con la colaboración de su Ajuntament.

La fira, ya consolidada, crece año tras año demostrando cómo la afición por el cómic goza de buena salud en la Isla, precisamente «el lugar de España con más dibujantes por metro cuadrado», según aseguró Joan Miquel Morey, representante de la asociación organizadora. «Además de contribuir al fomento de la lectura, esta fireta tiene también una parte solidaria», explicó Josefina Ramis, consellera insular de Joventut i Igualtat. En esta ocasión la asociación beneficiada fue Estel de Llevant, dedicada a mejorar la vida de las personas con alguna enfermedad mental. Todo el que quisiera podía pagar una entrada a precio simbólico, comprar un punto de libro, tomar una merienda solidaria o dejarse caricaturar por Canizales.

Una exposición sobre Tintín, con figuritas de Antoni Clar, el taller de dibujo a cargo de Tomeu Morey y la música de Franco Bomelli Jazz Trio pusieron la guinda a una fiesta de trazo fantástico.