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C. HEREDIA Después de haber pasado más de cuatro meses en el Museo de Arte abstracto español de Cuenca, la muestra La distancia del dibujo, de Joan Hernández Pijuan (Barcelona, 1931- 2005) se podrá contemplar en Palma, a partir de hoy, en el Museu de la Fundació March y permanecerá hasta el 18 de octubre.

Su obra es el reflejo de la mirada en la memoria. Una copa de vino, un ciprés o una nube, son los objetos cotidianos y diarios que formaron parte de un lenguaje artístico que lo alejaron de cualquier referente abstracto o figurativo. Además, según Elvira Maluquer, esposa de Hernández Pijuan, «la Isla ocupó un papel fundamental en su obra» . «Y la naturaleza está muy presente en ella», añadió. Es esta una naturaleza revestida de la mirada del artista, para el que, según Maruquer «un ciprés podía convertirse en una nube a partir de una evolución pictórica en la forma». La muestra compuesta por 169 obras sobre papel, incluye una selección de 39 dibujos de los conocidos como Iris de Pascua. «El Iris es el único objeto que Pijuan dibujaba directamente de la naturaleza y acabó convirtiéndose en una tradición de Pascua, desde 1988», señaló.