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M.GARCIAS La Escola Superior d'Art Dramàtic de les Illes Balears (ESADIB) especializada en interpretación, y concretamente en teatro de texto, celebró durante la semana pasada las pruebas de acceso para cubrir las 24 plazas que oferta anualmente. Este año será el primero en el que los alumnos inicien el primer curso en la sede oficial de la calle Morer de Palma, que fue inaugurada en enero de 2007.

Las pruebas de acceso se iniciaron a principios de verano. Unos 50 interesados se presentaron a las de lectura de cinco textos teatrales elegidos por la escuela. De esos 50 fueron aprobados 35, que fueron los que han realizado el segundo ejercicio celebrado del 3 al 7 de septiembre.

Para las chicas, la escuela seleccionó Els Enamortas, de Carlo Goldon, y para los chicos, No feu bromes amb l'amor, de Alfred de Musset. Ambos debían ser presentados en catalán; en cambio, el de libre elección podía ser en lengua castellana. De los dos monólogos cada alumno repitió uno durante el día del viernes por elección del jurado con algunos anotaciones y cambios apuntados también por los examinadores. Jaume Mercé, coordinador académico de ESADIB, comentó que la mayoría de los alumnos que se han presentado a las pruebas «son del sexo femenino». Sobre los estudios destacó la importancia «tanto de la base práctica como de la teórica y de la participación de jóvenes provenientes de Eivissa, Formentera y Menorca, quienes son apoyados a través de becas que facilitan su movilidad».

Entre los participantes a las pruebas estuvo MªÀngeles Aguiló, de Palma, quien comentó que la prueba «más difícil ha sido la de expresión corporal porque llevo una vida muy sedentaria».

Virginia Bibiloni, de Pollença, explicó que el monólogo que mejor había interpretado «fue el que me había propuesto la escuela porque lo llebava bien preparado».

Dalila Aranda vino desde Asturias para presentarse a las pruebas de acceso, sobre las que destacó su nerviosismo «frente a la interpretación del monólogo en catalán ya que sólo llevo en la Isla desde principios de mayo».

La valenciana Carla Ballesteros llegó desde Eivissa, donde ha vivido durante dos años, y, muy positiva, evocó un «voy a aprobar». Irene García, de Palma, explicó que la prueba de interpretación «es la más interesante de todas porque exige mucho trabajo personal y de energías». Antoni Lluís Reyes Duran afirmó que lo más duro para él «han sido las pruebas de canto».