El 6 de septiembre de 1887, Isaac Albéniz llegaba a Mallorca para ofrecer una serie de conciertos. Fue la primera de las tres visitas que realizó a la Isla de forma oficial, aunque su amistad con Enric Alzamora deja entrever que no debieron ser las únicas. 120 años después de esa fecha, Antoni Mir y Joan Parets, biógrafos mallorquines del compositor, estudian publicar la correspondencia entre el compositor y Alzamora.
El músico y el negociante se conocieron en Londres, donde entablaron una amistad que se prolongó a lo largo de los años. Las misivas demuestran el afecto que el músico profesaba a su amigo mallorquín. En una de las cartas, por ejemplo, le explica su «lucha titánica» para conseguir que Isaye actuara en la Isla tras su paso por Barcelona. «Le acompañarán en esta expedición Chausson, su señora, la de Albéniz y este humilde servidor vuestro. Fuera de lo que aquí y allá pueda combinarse, creo poder contar con tres conciertos seguros», dice el compositor en el texto.
En otra de las misivas, Albéniz pide a Alzamora que le busque «una casita aislada y sumariamente amueblada, desde el primero o el 15 de junio hasta últimos de septiembre». «En ella, una gran mesa y el instrumento del martirio vulgo piano, pues cuanto antecede es motivado por la ineludible necesidad de que me encuentres cuanto antes mi Lanzarote del río», asegura el intérprete, quien comenta que «todo esto, en el terreno o el sitio que lo valga, incluso en Sóller, donde van a parar vuestros cuerpecillos».
Enric Alzamora no sólo fue su cicerone en Mallorca, también realizó algún encargo para Isaac Albéniz en ciudades como Barcelona, entre otras. En una ocasión, le pidió si podía pasar por la casa Pujol para recoger tres ejemplares de sus última obras, como puede leerse en una de las cartas. Incluso llegaron a relacionarse a nivel familiar, ya que la cuñada del compositor se casó con Alzamora. «Querido amigo, no encuentro palabras para expresarte nuestra satisfacción, queremos a la pequeña como si fuera hija nuestra», dice el intérprete tras conocer la noticia.
Antoni Mir también ha encontrado una pequeña biografía del compositor escrita por Enric Alzamora. «Ésta es la historia sin par de un músico ejemplar // Cuando nació en Campodrón gustó mucho al comadrón // pues vino al mundo soltero y varón como el primero», dice la semblanza nada más empezar, que el mallorquín escribió mediante rimas.
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