Nando Ros y Juanjo de la Asunción presentaron 'Banyalbufar, la vida'. Foto: TERESA AYUGA

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ANA LARGO

La nueva ubicación de la Fira del Llibre en la Plaça de ses Estacions animó ayer, durante la celebración de la segunda jornada de esta cita literaria, a muchos ciudadanos de Palma a pasear por su recorrido, pese al calor y a la falta de sombras, que afectaron más a los libreros.

Sin embargo, los protagonistas de la mañana fueron los niños que, además de pasear por las casetas de literatura infantil, como Drac Màgic, disfrutaron de una de las actividades infantiles organizadas en la feria. El cuentacuentos Víctor Uwagba relató a los pequeños una historia involucrándoles con juegos a participar en la narración. «Es la primera vez que venimos a la feria y a los niños les ha gustado mucho», comentó Farida Bakkali.

Tras un primer día de Fira del Llibre ya se pudieron encontrar opiniones muy diferentes entre libreros y clientes sondeados sobre el nuevo emplazamiento de la feria. Conxa Miquela, de la librería Des Call, aseguró que «nos está gustando mucho el sitio porque es amplio para hacer muchas cosas». De la misma opinión son otros libreros como Horacio Alba, de Casatomada, que sostuvo que «el que haya mas espacio hace que la gente pasee con mucha más comodidad». Sin embargo, entre las quejas por la falta de sombra, otros libreros como María Barceló, de la librería Lluna, explicaron: «La ubicación de este año es muy buena, el fallo ha sido la distribución, ya que deja aisladas a algunas casetas».

Visitantes habituales y primerizos se encontraron ayer en ses Estacions. «Recuerdo más agradable es Born. Aquí tengo que venir precisamente porque no es un sitio de paso», afirmó Emilia Vega, mientras otros visitantes, como Teresa Riera, aseguraban que «a este espacio le faltan árboles, hay demasiado asfalto».

El descuento del 5 por ciento, las presentaciones, la firma de libros, las ofertas y novedades son algunos de los atractivos de esta cita anual, que celebra ya su 25 aniversario. «Suelo venir todos los años, es estupendo el descuento para los que consumimos mucha literatura», reconoció Aina Rado. «Es la primera vez que venimos y, aunque está bien, creo que es mejorable», sostuvo Juan José Martí. Otros asiduos a la feria, como Francisca Riera, aseguraron: «El espacio es mucho mejor, pero es Born tenía más sombras para poder pasear». Literatura infantil, la última novela de Antonio Gala, El pedestal de las estatuas; Todos han muerto, de José Barroeta, y libros de cocina son algunos de los más vendidos en estos dos primeros días de feria. «Las ventas están siendo muy variadas», comentó Maria Barceló, de la librería Lluna. «Estamos vendiendo más que el año pasado. En parte, era el objetivo del cambio de ubicación, ya que el año pasado fue complicado», afirmó María Vázquez, de Drac Màgic. «La venta de poesía es una venta diferente, probablemente la obra que más se venda es el Premio Cervantes, Antonio Gamoneda», dijo Dolors Subervilles, de Sagitari.