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EFE|SAN SEBASTIÀN

El actor sueco Max Von Sydow, que acumula más de un centenar de películas desde 1949 a las órdenes de directores como Ingmar Bergman, John Huston, Lars Von Trier y Steven Spielberg, defendió ayer el teatro como una de las mejores escuelas para acceder a la interpretación cinematográfica. Von Sydow (Lund -Suecia-, 1929) recogió anoche el primero de los dos Premios Donostia a la trayectoria profesional otorgados este año por el Festival de Cine de San Sebastián.

El actor afirmó que el teatro, «donde me crié, ha sido mi trasfondo, mi historia y realmente mi preferencia» por delante del celuloide. Fue Ingmar Bergman el primero en aprovechar la facilidad de Von Sydow para interpretar cualquier tipo de personajes en una docena de cintas fechadas entre 1957 y 1969 como El séptimo sello, Fresas salvajes, El rostro, La hora del lobo y La vergüenza.

Pese a ello, negó haber sido «el alter ego de Bergman», el rostro de la filmografía del célebre realizador sueco, «si acaso he sido parte de su personalidad cinematográfica al igual que otros actores han reflejado» buena parte de su forma de ser, «pero no lo he sido yo más que otros, especialmente mujeres», puntualizó.