Sterlin, en un momento de su actuación. Foto: NEUS JUANEDA

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JOAN CABOT

La segunda edición del Festival Solidart, organizado por el colectivo J3, llegaba con un cartel con mayor peso en cuanto a nombres propios, pero con las mismas buenas intenciones con las que nació un año atrás. Teniendo en cuenta la presencia de nombres como Antònia Font, Javier Àlvarez, Lori Meyers y, sobre todo, Amaral, parece acertado que se trasladara el evento a Son Moix, teniendo en cuenta que Ses Voltes se hubiera quedado pequeño.

Los conciertos se dividieron según su formato en actuaciones eléctricas (Amarillo, Antònia Font, Satellites, Sterlin y Javier Àlvarez) y acústicas (Amaral, Lori Meyers, Lonely Joe y John Tirado), en un principio para agilizar los cambios entre grupos y favoreciendo el buen ambiente en todo momento, aunque en este tipo de citas la música es casi lo de menos. Pesan más las buenas causas y la sensación de que lo importante es divertirse sin necesidad de esperar mucho más. Pero el cartel ofrecía suficientes atractivos.

Sin ir más lejos, Antònia Font acaban de salir del estudio de grabar el que será su nuevo disco, «Batiscafo Katiuskas». Satellites y Amarillo volvían a la isla después de su accidentado paso por el festival Indirama. Sterlin y Lori Meyers son un atractivo en si mismos. En cuanto al concierto estrella, el de los zaragozanos Amaral, también presentaban nuevo álbum y con el plus de poder escuchar sus temas en formato acústico.