El Passeig Sagrera presenta un recorrido por la escultura contemporánea española

«El proyecto pretende sumarse a la proyección del arte público», dijo Violant Porcel, comisaria de la muestra. Porcel escogió el Passeig Sagrera como espacio expositivo por varios motivos. Primero porque «está enmarcado por sa Llonja y por el ángel que preside el edificio, una pieza magnífica». Segundo, porque «termina con el Museu Es Baluard, un punto neurálgico del arte contemporáneo en Mallorca» y, tercero y último, porque «es un lugar céntrico que visitan tanto mallorquines como turistas y que siempre cuenta con transeúntes, sobre todo ahora que estamos en verano».

Los diez autores presentes en la muestra ofrecen una visión diferente de la escultura. Sergi Aguilar presenta «NII», «un trabajo geométrico ligado con el arte minimal»; Martín Chirino, «ARCO», «una abstracción con una vertiente orgánica»; y, Francisco Leiro, «Profeta I», «una pieza realizada en granito negro». El realismo «trascendental» de Antonio López está representado por «Hombre» y «el neoexpresionismo ligado al paso del tiempo» de Xavier Mascaró, por «Chamán». Blanca Muñoz describe «las líneas puras con una intención cósmica cercana a las estrellas de Miró» en «Cygnus A»; Miquel Navarro, «la sensibilización de las formas humanas» en «Torre con tubo» y, Manolo Valdés, habla de «la humanización de la materia» en «Ariadna I».

Por su parte, «Ipar Haize», de Jorge Oteiza, muestra «la nueva dimensión en el espacio» que ha sabido otorgar el artista vasco a sus obras. Por último, Bernardí Roig, el único representante mallorquín, expone «Father. Miscommunication Exercises (The Head)». El artista ha ideado la obra ex professo para la muestra: una cabeza que se esconde bajo un banco público. «Roig ha utilizado el espacio para ubicar su pieza en el lugar adecuado, apropiándose de un elemento común en el paseo».