El espectáculo cuenta con una puesta en escena atemporal y onírica. Foto: JAUME MOREY

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Tras la representación de «La cantant calva» y «Pim, pam, pum», la compañía Estudi Zero ha vuelto a elegir un texto del dramaturgo rumano Eugène Ionesco, máximo representante del denominado teatro del absurdo, para su próximo espectáculo. «Ses cadires», que será estrenada mañana en el Teatre Sans, se enmarca dentro de esta corriente literaria con la que algunos autores del siglo XX quisieron plasmar la angustia existencial humana.

En «Ses cadires», dos ancianos anulados por la soledad y la incomunicación a las que les ha llevado la rutina se inventan una reunión con personajes imaginarios a los que van acomodando en las sillas. «Es un juego tierno y a la vez macabro en el que Ionesco supo conjugar la angustia vital con un brillante sentido del humor y un sorprendente toque surrealista», explica Pere M. Mestre, director de la obra.

Interpretada por Dominic Hull y Pepa Ramón -con la puesta en escena de los personajes secundarios por parte de Nacho Sandoval y Maria Rosselló-, la elección de esta obra por Estudi Zero responde a un doble propósito: «rendir homenaje a Ionesco diez años después de su muerte» y «recuperar el gusto de la compañía por el teatro del absurdo, pues éste ofrece a los actores unas posibilidades creativas y de libertad interpretativa innumerables», puntualiza Mestre.