El mundo de la cultura, pero en especial el de la historia,
están de luto tras conocerse en la jornada de ayer el fallecimiento
de Àlvaro Santamaría. El reconocido historiador, catedrático
emérito de Historia Medieval de la Universitat de les Illes
Balears, murió ayer a la edad de 87 años dejando un extenso legado
documental y docente a sus espaldas.
Nacido en Borriol (Valencia), en 1917 se licenció en Historia en
la Universidad de Valencia (1942), doctorándose en la Universidad
de Madrid (1948) con la tesis «El levantamiento foráneo de
Mallorca». Se inició como profesor en aquel centro, para pasar a
ser catedrático de Geografía e Historia de los institutos Ramón
Llull y Joan Alcover (1943-70). En 1977 fue nombrado catedrático de
Historia Medieval, y desde 1986 su cargo es emérito. En el año 1998
recibió la Medalla d'Or de la Comunitat Autònoma. Desde el
Departamento de Historia Medieval promovió la investigación y la
difusión de la rama, pero en especial la de puntos claves como la
conquista y la repoblación de Mallorca, el desarrollo institucional
del Reino de Mallorca y la historial local. Santamaría ha dejado
huella en el mundo de la cultura, pero en especial en la UIB, donde
su figura es una referencia.
El legado de su obra es enorme, además de haber colaborado con
numerosas revistas especializadas. Colaboró con la «Historia de
Mallorca» de Mascaró Passarius y se erigió en una personalidad
relevante y pionera en la puesta en marcha de la UIB.
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