TW
0

Marta Kirchhofer tiene 11 años. Hasta ayer, nunca se había enfrentado a un spray y a una pared tan inusual como una lavadora. «He disfrutado, me ha encantado hacer algo diferente». Marta fue una de las cerca de 30 niños de entre 9 y 21 años que participaron en la fiesta urbana que organizaron los jóvenes de Costa d'en Blanes y la Galería Portals con motivo de las fiestas de la urbanización.

Garló, artista-grafitero de Calvià, fue el maestro de ceremonias. «Durante la mañana les he explicado en qué consiste el arte urbano», afirmó. La «libertad» y usar el arte para «desahogarse» son sus principales bases, que se completan con «la utilización del spray en vez de los pinceles y de superficies recicladas en vez de los clásicos lienzos».

Tras las instrucciones llegó el turno de la práctica. Todos se lanzaron sobre las ocho lavadoras que conformaban una sola, mucho más grande. «He escogido la lavadora como superficie porque simboliza la comunidad ya que cada familia tiene una», dijo Garló. Marta fue una de las que más disfrutó pintando. «He dejado mi firma y he hecho varios garabatos, algo que nunca puedo hacer», aseguró la joven. El resto también se dedicó a dejar su particular sello. Algunos sólo se atrevieron a firmar, como Xisca Font, de 19 años, quien no pudo resistirse «a la tentación», mientras que, otros, fueron más allá y experimentaron con formas y colores.