Carme Verdaguer, retratada en Atenas durante el viaje al Festival Internacional Moëbius. Foto: CARLES DOMÉNEC

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CARLES DOMÉNEC|BARCELONA

La mallorquina Carme Verdaguer presentó la obra multimedia «Montserrat, portes endins» en la Universidad de Atenas durante el Festival Internacional Moëbius, exclusivo para los ganadores de las sedes europeas. El CD ROM es un paseo virtual por el interior del monasterio catalán, descubriendo algunos lugares inéditos para las cámaras, y muestra la vida de los monjes en clave documental. El trabajo fue un encargo de la Abadía de Montserrat a la empresa que Carme Verdaguer ha creado y dirige en Barcelona.

-¿Qué importancia tiene este galardón?
-Un alto reconocimiento en el sector multimedia y me ha permitido dar a conocer mi empresa. La oportunidad de asistir al Premio Moëbius Internacional sirve para ver lo que se está haciendo en todo el mundo y para contactar con productores e instituciones internacionales.

-El documental trata de la vida en el interior del Monasterio, ¿cuál ha sido su punto de vista para abordar el asunto?
-Hemos retratado la abadía y su comunidad de monjes, explicando el universo de Montserrat a través de dos coordenadas: el tiempo y el espacio. Hemos incidido en lo cotidiano, tratando de interferir de forma mínima en la vida del monasterio. Durante 10 días, estuvimos grabando imágenes con una cámara de vídeo digital ligera y sin usar iluminación, sólo la de la luz natural que nos encontrábamos. Con las imágenes construimos una historia, visible con un ordenador, que permite pasear por todos los espacios y observar las actividades que los monjes realizan durante el día. Es la primera vez que alguien graba en algunos lugares de Montserrat.

-¿Qué es lo más sorprendente que descubrió?
-Nadie había grabado antes en el refectorio durante las comidas. De todos modos, lo más sorprendente de Monserrat es la enorme cantidad de gente que viene cada año a visitarlo, unos dos millones de personas.

-¿Ha servido el festival para conseguir nuevos trabajos?
-Pese a que no hemos ganado el premio internacional, estoy contenta porque algunas instituciones importantes se han mostrado muy interesadas con nuestro trabajo. En concreto, el Ministerio de Cultura de Francia vino a felicitarnos y pareció abierto al diálogo para proyectos futuros. Me parece muy interesante poder contactar con gente de fuera y, en particular, con los franceses. Su modelo de producción es muy válido y, encima, Francia está muy cercana geográficamente.

-¿Cuál es el panorama internacional del multimedia?
-Está muerto. Lo que sucede es que el mercado evoluciona constantemente. Los soportes nacen y mueren demasiado rápido. Conviene abrir mercados para la multimedia porque es un soporte audiovisual como cualquier otro que necesita alcanzar la categoría que le corresponde.

-La industria cultural tiene, cada vez más, la mirada puesta en las nuevas tecnologías. ¿Qué ventajas proporcionan éstas a los negocios culturales?
-Las nuevas tecnologías disminuyen costes, ayudan a la investigación y a la experimentación, permiten el acceso al conocimiento desde lugares que antes estaban aislados y ofrecen presentaciones alternativas de un mismo conocimiento a personas con perfiles diferentes.