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El Musée des Beaux Arts de la ciudad francesa de Pau acoge desde ayer la exposición «Picasso. Cerámicas», formada por una sesentena de obras pertenecientes a los fondos de la Col·lecció d'Art Serra. La muestra se inauguró ayer y permanecerá abierta al público hasta el próximo 26 de octubre. La exposición, comisariada por Dolores Durán, ha sido organizada por el museo francés y en ella colaboran el Ministerio de Asuntos Exteriores español, el Consulado Español en Pau, el Consejo General de Cultura de la ciudad y la asociación Españoles en Francia.

Las obras que ahora pueden verse en Pau ofrecen una visión muy significativa de la intensa labor del artista malagueño en el campo de la cerámica. En ella, rigurosamente seleccionada, se pueden encontrar platos, jarrones, vasos, placas y baldosas. Picasso fue, juntamente con Joan Miró, el artista que hizo que la cerámica dejara de ser un producto de artesanos, como había sucedido durante siglos, para pasar a ser una forma de expresión artística. Esta exposición es un magnífico ejemplo de ello.

Picasso fue un artista que tenía un gran interés por las nuevas técnicas y géneros artísticos, lo cual hizo que en 1946 entrara en contacto con la cerámica. Ese año, estimulado por el matrimonio Ramié, creó sus primeras piezas. Empezó trabajando en la «Madoura», el taller de los Ramié, hasta que en 1948 se traslado a la villa «La Galloise». Al año siguiente, organizó su propio taller, donde creó más de 2.000 piezas. Trabajará en la cerámica intensamente hasta 1954. Su obra profundiza en los procedimientos técnicos para llegar a crear una obra absolutamente personal que tiene, entre sus motivos de decoración, toros, naturalezas muertas y representaciones de animales. La exposición que ayer se inauguró en Francia es una espléndida muestra de este trabajo. El Musée des Beaux Arts de Pau se inauguró en 1931 y tiene su sede en un antiguo palacio realizado por el arquitecto Jacques Roullier.