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Un reencuentro entre los fans de siempre y los nuevos, entre adultos, jóvenes, niños y bebés. El concierto de Hombres G del pasado lunes, celebrado en Inca, fue un recital de himnos que han ido pasando de generación en generación. Por eso, las fans más entregadas no sólo tenían quince años. Y, aún así, todas llevaban su clásico grito de guerra tatuado en lápiz de ojos en la cara y en los brazos. Un grito de guerra formado por dos iniciales, H y G, y convertido en una sola voz que coreó durante toda actuación cada una de las canciones.

El regreso al pasado empezó con «Voy a pasármelo bien». En ese instante, los primeros sujetadores volaron hacia David Summers. El ídolo de los ochenta, ni guapo ni feo, sencillamente atractivo, ha regresado y, con él, la prenda femenina más internacional. Los segundos llegaron con«Suéltate el pelo», otro clásico que no podía faltar, al igual que «Visita nuestro bar» o «Marta tiene un marcapasos». «Venezia» y «Sufre mamón» y la invitación deDavid Summers a comer a su casa, cerraron un concierto repleto de nostalgia. Y de recuerdos.