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La Generalitat de Cataluña defenderá hoy en Nueva York el proyecto del Hotel Attraction, que Antoni Gaudí realizó en 1908 pensando específicamente en la ciudad norteamericana.

La construcción consta de grandes habitaciones y cinco grandes salones que representarían cada uno la cultura de un continente. Asimismo, también destaca el interés del arquitecto por integrar el culto religioso dentro del hotel, con la creación de un espacio reservado para actos religiosos.

El Graduate Center de la City University of New York (CUNY) acogerá la presentación del proyecto, en un acto organizado por el Consorcio Catalán de Promoción Exterior de la Cultura (COPEC) con la colaboración del Instituto Cervantes.

El proyecto del Hotel Attraction se realizó a partir del encargo de un hombre de negocios norteamericano y se considera que fue diseñado por Gaudí entre 1908 y 1911. Inédito hasta 1956, el proyecto muestra un edificio de 360 metros de altura, que habría sido entonces el más alto de la ciudad. La forma del edificio y la concepción orgánica recuerdan el tempo de la Sagrada Familia.

El acto en Nueva York consistirá en una conferencia titulada «El Hotel Attraction de Gaudí: un proyecto de rascacielos para Nueva York», a cargo del licenciado en Bellas Artes Marc Mascrot i Boix, quien dará a conocer los estudios en torno a los dibujos de Gaudí, con el objetivo de plantear la posibilidad de construir el edificio en la zona cero, según informó la Conselleria de Cultura.

La conferencia de Mascort coincidirá en el centro de la CUNY con la exposición «Antoni Gaudí: una visión poliédrica», muestra itinerante organizada por el COPEC y comisariada por David Balsells y Chantal Grande, que incluye 52 fotografías de siete artistas catalanes que recrean la obra del arquitecto.

La muestra se inauguró el 11 de diciembre y permanecerá abierta hasta el 7 de febrero. La presentación se basará en el estudio de composición realizado por Mascort que recrea el edificio a partir de los cinco croquis originales sobre papel de carta que se conservan de Gaudí y de los dibujos del escultor Llorenç Matamala, colaborador del arquitecto.