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Durante todo el día de ayer, la lluvia no descansó ni un instante. Sin embargo, a finales de la tarde, las nubes dejaron de verter agua y permitieron que la inauguración de la escultura «Àguiles» se desarrollara con normalidad. La obra de Guido Dettoni quedó definitivamente instalada en la plaza Alexandre Jaume para que «la gente del barrio la haga suya y la sientan como algo propio», según el artista.

El monumento reposa en el lugar gracias a la donación del coleccionista Francisco Molina. «De esta manera, la obra se convertirá en fuente de expresión y de inspiración artística de futuros creadores». Acto seguido, un grupo de ciudadanos se dejó llevar por la emoción del instante y dio las gracias a Molina.

Al acto asistieron, entre otros, Joan Fageda, alcalde de Palma; Catalina Cirer, candidata a la alcaldía y el teniente de alcalde de infraestructura de Palma, José María Rodríguez. Fageda destacó la importancia de la donación. «El arte no tiene que estar sólo en salas de exposiciones, el arte debe salir a la calle, debe ocupar nuestras plazas y debe estar siempre vivo». Ésta es la intención de «Àguiles», una escultura creada para ser tocada, para subirse encima y para poder disfrutar de ella. En definitiva, para formar parte de la ciudad.