Parte inferior de la capilla libre del retablo.

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La capilla de Sant Pere, en la Seu, ha quedado casi completamente vacía y a la espera de que el artista Miquel Barceló dé los primeros pasos para su intervención. Sólo falta retirar uno de los sepulcros laterales y las paredes quedarán listas para recibir el gran mural de cerámica en el que el artista trabaja en Vietri, Italia. Los enormes bloques de piedra de marés con los que se había hecho el retablo neoclásico que decoraba dicha capilla descansan sobre el suelo debidamente numerados para su traslado.

Pere Joan Llabrés, delegado diocesano de Patrimonio, explicó que, «de momento», las piezas del retablo, cubiertas de una decoración que imita al mármol, serán trasladadas al seminario, donde se guardarán en un almacén. El obispo Teodor Úbeda anunció la semana pasada que el retablo del XIX, dedicado al Papado, no sería montado de nuevo y trasladado a la iglesia de Sant Magí como se había dicho en un principio.

La asociación ARCA, que siempre se declaró en contra de la retirada de esta pieza de su lugar de origen, ha propuesto al Obispo que cuando se construya una iglesia de nueva planta, el retablo pase a formar parte de la misma como único elemento decorativo. «Sería un reto para el arquitecto», explicó Joan Pascual, secretario de la entidad. «Nosotros no queríamos que se colocara en Sant Magí porque nos parecía que con sus proporciones allí quedaría encajonado».

Libres ya los muros de la capilla de Sant Pere, Barceló y sus ayudantes «se pondrán inmediatamente a tomar medidas», explicó Llabrés, al mismo tiempo que se vacían los ventanales góticos, respetando sus nervios centrales, para los que Barceló ha diseñado los vitrales. Mientras se inician estas labores en el interior, en el exterior se procederá a quitar el piso superior de la sacristía, que ciega parte de estas ventanas.

El sepulcro del obispo Salvà, uno de los dos que alojaba la capilla, se está instalando en otro lugar de la Seu, en la capilla del Devallament. El de Bernat Cotoner se llevará a la de San Bernardo. No se ha decidido dónde se colgará el cuadro de San Pedro que decoraba el retablo. El Cabildo no quiere que salga de la Catedral.