En la calle Pelleteria se hallaron nueve tumbas.

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Las pruebas de radiocarbono hechas a los esqueletos que aparecieron en la calle Pelleteria en 1999 demuestran que los restos de la necrópolis no eran romanos tardíos, "siglo II después de Cristo", como se creyó entonces, sino que se datan entre el VIII y el XII. Fueron nueve tumbas y 10 esqueletos hallados en una zanja hecha para la recogida neumática. Los restos humanos salieron donde los operarios trabajaban con una máquina excavadora. El CIM ordenó a los arqueólogos Helena Inglada y Ferran Tarongí un control arqueológico.

Los resultados del radiocarbono «plantean un problema metodológico y ponen de manifiesto que prescribir un control arqueológico es dar licencia para arrasar», dice Tarongí, presidente de la Sección de Arqueología del Colegio de Licenciados. «En un control lo único que puedes hacer es seguir a la máquina y, como demuestra este caso, así no se puede interpretar bien un yacimiento, ni siquiera aislando una parte del mismo, como hicimos nosotros para excavar metodológicamente, porque no es representantivo del conjunto; la única forma de evaluar bien los restos es con una excavación».

En Pelleteria, donde los especialistas pudieron aislar un trozo de terreno mientras la máquina excavadora continuaba trabajando, se encontró cerámica romana en poca cantidad y deteriorada. Este material fue el que llevó a las primeras conclusiones. «Ante la pobreza del mismo decidimos hacer análisis de radiocarbono», explica Tarongí. Fiables en un 95'4% de probabilidad, son las que han dado las nuevas fechas. «Ahora no sabemos si esta población enterrada era cristiana de antes de la conquista musulmana, o bien musulmana o judía. Por ello haremos otra prueba a uno de los esqueletos, enterrado entre tégulas, que son tejas típicamente romanas, para descartar definitivamente que se trata de un cementerio con continuidad desde esta época».