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T.GARCIES La iglesia del convento de Sant Bartomeu de Inca luce desde ayer un renovado retablo dedicado a la Candelaria. El Consell y el Obispado han hecho posible la restauración de esta valiosa pieza, que tiene el honor de ser la única dedicada a la Purificación de María que se conserva en Mallorca. Con este trabajo se pone fina a la restauración de los retablos barrocos de la iglesia.

Un equipo del Taller de Restauración del Obispado, dirigido por Antonia Reig, han trabajado durante un mes para devolver al retablo la imagen y los colores que debía tener cuando fue llevado al monasterio de Inca en 1688. La tarea ha supuesto una inversión superior a los 18.000 euros (3 millones de pesetas) aportados por el Consell.

El retablo estaba lleno de suciedad y grasa a causa del humo de las velas y del polvo acumulado. Esto provocaba un oscurecimiento de imágenes y maderas molduradas. Por este motivo se ha llevado a cabo una limpieza en profundidad y se han recuperado los colores de las pinturas. Los restauradores también han trabajado en la desinfección de la escultura de la Virgen y en los estucados de madera que presentaban un deficiente estado de conservación. El policromado de las molduras también se ha recuperado. Como nota curiosa se ha detectado que una de las pinturas no pertenece al retablo y podría haberse agregado a partir de otro cuadro.