Imagen del lienzo de la muralla cuando salió a la luz.

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Cort ha presentado un plan a la Ponencia Técnica de Patrimonio Histórico del CIM, que se reúne hoy, en el que se prevé la salvaguarda de la muralla renacentista (siglo XVI) aparecida en Via Roma y del contrafoso de la misma. Lo importante es que ambos muros quedarán integrados en el interior del aparcamiento que se construye en la zona. Según ha podido saber este diario, el proyecto permitirá ver con toda limpieza ambas construcciones desde cualquiera de las plantas. Los especialistas que siguen este trabajo lo califican positivamente y reconocen que Cort ha invertido «una buena cantidad de dinero para salvar la muralla».

Fue Patrimonio Histórico del CIM quien pidió este proyecto al Ajuntament y el que ve hoy la Ponencia Técnica es el segundo elaborado por la Sociedad Municipal de Aparcamientos. En el mismo se contempla el respeto total a la muralla y a los terrenos sobre los que se asienta, que también quedarán a la vista del público a través de unas mamparas transparentes.

Por la zona alta del muro un hueco en el mismo permitirá conectar la planta superior del aparcamiento, abertura que se hará aprovechando aquellos sillares que ya estaban dañados desde hace mucho tiempo por la instalación de colectores hecha, entonces, «a la brava» como explicó ayer Àngel Aparicio, del Grup d'Estudis de les Fortificacions de Balears. Esta asociación fue una de las más beligerantes respecto a los aparcamientos proyectados por Cort en la Palma histórica y a la solicitud de excavaciones y control arqueológico. Aparicio comentó que «hay que reconocer que el Ajuntament se gastará una buena cantidad de dinero en salvar la muralla».

Dentro del aparcamiento, muralla y contrafoso irán iluminados con focos que no estarán a la vista del público y que darán una luz tamizada. Los ciudadanos que aparquen su vehículo o los visitantes podrán retrotraerse a la época renacentista, ya que caminarán por este espacio como si estuvieran paseando por el foso de la muralla, la primera construcción de la ciudad que encontraba el viajero del siglo XVI al llegar a la actual Via Roma.

En el proyecto presentado por la Sociedad Municipal de Aparcamientos, la protección de estos restos arqueológicos rescatados gracias a una excavación controlada por expertos, que aún continúa, será a base de mamparas transparentes y barandillas. En un día con pocos coches en el aparcamiento, este espacio podría servir para actos culturales al pie de la muralla, un uso que ya se dio en Barcelona. Los datos sobre el muro y su función histórica se explicarán en paneles. Muralla y contrafoso, de altura menor, protegían a la ciudad. Entre ambos, en el foso, el enemigo quedaba a merced de los defensores.