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Tres esculturas monumentales situadas en las tres islas, una en Mallorca, otra en Eivissa y la última en Menorca. Las tres, que permanecerán en un lugar público todavía por determinar, han sido encargadas por la Fundació Turística i Cultural de les Illes Balears (Fundatur) a Lorenzo Quinn,hijo del recientemete fallecido actor Anthony Quinn, y se inaugurarán a razón de una por año. El artista se encuentra, en estos momentos, realizando la primera pieza, «Encuentros», que se cederá al Ajuntament de Palma.

La obra se compone de una mano gigante y una esfera de vidrio que reproducirá el globo terráqueo. «La mano señalará Mallorca», comentó Quinn. La razón: «A la isla se acercan personas de todo el mundo, la gente escoge venir a Mallorca y no ir a otros lugares». La escultura medirá unos seis metros de alto y tendrá un diámetro de cinco metros. El grabado del globo terráqueo se convertirá, de esta manera, «en el más grande del mundo», según el artista. La mano estará hecha en resina, se recubrirá con una capa de bronce y tendrá una altura de 4'5 metros. En total, la escultura pesará unos 6.000 kilos y se instalará entre octubre y noviembre.

Las tres piezas se complementarán con tres exposiciones del escultor que podrán verse, a su vez, en las tres islas. Eivissa será la primera en acoger la muestra, a partir del 27 de julio. Quinn presentará alrededor de 30 obras de reciente creación, algunas de ellas monumentales. «Será la primera vez que podrán contemplarse obras de gran envergadura mías en el país». Se incluirán sus últimos experimentos con materiales como el titanio. Después, la exposición se acercará Mallorca y Menorca. «La pieza dedicada a Eivissa será la más difícil, porque la gente tiene una imagen equivocada de la isla», dijo Quinn. Por eso, intentará captar «la auténtica Eivissa». Por el momento sólo tiene el nombre: «Vida». La obra que se situará en Menorca todavía es una idea y aún no tiene título.