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Un juego absurdo, tragedia repleta de humor negro y optimismo. La obra «Pim-pam-pum» de Eugène Ionesco reúne todos estos elementos. La historia estrenó ayer noche el nuevo escenario del Cafè Teatre Sans que lleva un año en obras. La pieza se representará hasta el 23 de junio y sirve para que los alumnos de segundo y tercero de la Escola d'Arts Escèniques demuestren lo aprendido.

Un total de 18 actores de entre 17 y 30 años presentan «una historia que habla de epidemias, de plagas y de desconfianzas», comentó Pere M. Mestre, director de la pieza. Se trata de «la primera traducción al catalán a nivel estatal» de la pieza de Ionesco, según Mestre. «Tiene un montaje dinámico, con 10 escenas diferentes en la que aparecen 50 personajes diferentes en un espacio escénico único». Cada actor interpreta diversos papeles, lo que les permite «muchas posibilidades de registros». A pesar de estar escrita en 1970, «Pim-pam-pum» trata «temas candentes, mantiene su vigencia», dijo Mestre.

Durante el mes de junio, la escuela acogerá las diferentes actuaciones de los cursos que tiene el centro. Además, en verano ofrecerán cuatro talleres «para probar si a los asistentes les gusta el teatro», según Mestre. Los dos primeros empezarán el 9 de julio y, los otros dos, el 8 de agosto.