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IVÀN TERRASA - MADRID Su mundo no tiene paredes y en él el cielo está pintado del color de la magia. La mallorquina María Antonia Cerdà expone estos días sus últimas pinturas llenas de fuerza y sentimientos en la calle de Claudio Coello, templo de galerías y núcleo artístico de la capital.

En una entrevista, que publica hoy de forma íntegra Ultima Hora en su edición de papel, Maria Antonia Cerdà asegura que «intento conectar con el sentido de humanidad y belleza que hay en cada uno. Mucha gente ha tachado mi obra de poco contemporánea. Pero pienso que en el arte falta deseo de belleza y conexión con los sentimientos del espectador. Pulsando ciertas teclas, mezclando ciertos colores y ciertas formas, estos sentimientos pueden estimularse».