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JOANA NICOLAU.
La conselleria de Cultura, la Universitat y el Bisbat proyectan la construcción de un nuevo edificio en el campus de la UIB que bajo la denominación Espai del silenci Ramon Llull quiere ser un centro de reflexión para los alumnos.

El proyecto, ya redactado, plantea un espacio diseñado según la simbología de Llull. Con capacidad para unas 120 personas, la construcción tendrá forma circular y se accederá al interior a través de un gran arco que dará paso a una sala de forma cuadrada completamente vacía. Los lados de esta sala estarán ocupados por un jardín Zen interior en que la ornamentación con fuentes de agua tendrá gran protagonismo. También habrá un jardín con palmeras y vegetación mediterránea en el que se colocarán paneles con poemas de Llull, un apartado para oficinas... Una escalera dará acceso a un espacio sótano para los alumnos que precisen un mayor recogimiento.

Frente al edificio se construirá una explanada y una zona ajardinada para actividades culturales diversas y en una construcción anexa, abierta al público en general y en especial a los escolar, se proyectará un audiovisual con la vida y obra de Ramon Llull. El proyecto, que será presentado en breve acompañado de una maqueta, ha sido definido por Jaume Halconero, y juega especialmente con la luz y los colores y las formas.

La iniciativa, que será construida en la zona de servicios generales, cerca del rectorado, está pendiente del presupuesto global, y en principio, será gestionada desde el Obispado. Todavía así, según explicó el delegado de Pastoral universitaria y secretario del Patronato que está detrás de esta propuesta, Nadal Bernat, será un centro de reflexión en el que tendrá cabida toda la comunidad universitaria. «No habrá una capilla católica y no se profesará ningún tipo de culto, será un recinto ecuménico interreligioso», afirmó.