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La restauración del retablo de la Purísima, obra de Mateu López, del siglo XVI, fue presentada ayer en el monasterio de Sant Bartomeu de Inca, cuyo patrimonio se abrirá al público, por primera vez, de manera periódica determinados días a la semana. En el acto se anunció que el CIM estudia interconectar los pequeños museos isleños, principalmente religiosos, mediante un programa informático por Internet. Ayer también fue presentada la Mostra Permanent d'Art mediante la que las monjas Jerónimas, de clausura, mostrarán su patrimonio. Al antiguo locutorio, que desde 1996 se podía visitar, y donde ya se habían colgado distintas piezas, se une el refectorio y una sala anexa. En estos espacios se expondrán 50 obras góticas, barrocas y neoclásicas, entre las que destaca el retablo de la Purísima.

Debido a su «deplorable estado», el retablo se encontraba desde 1992 en el taller de restauración de la Generalitat de Catalunya, donde han realizado el trabajo. Está integrado por las imágenes de San Bartolomé, la Purísima Concepción y Sant Jerónimo, aunque existen hipótesis de que le faltan el ático, la pradela y unos cuadros en los laterales. El próximo domingo se presentará oficialmente. «Espero que el retablo y la exposición permanente de arte del monasterio ofrezca a los visitantes una demostración notable de nuestro arte sacro», señaló el delegado diocesano de Patrimonio, Pere Llabrés. La regidora de Cultura de Inca, Joana Rosselló, manifestó que el consistorio programará la apertura de la muestra de arte del monasterio sin que suponga un estorbo para la clausura de las monjas.

«Desde el Consell estamos estudiando la viabilidad de crear una red entre los pequeños museos esparcidos por la Isla y conectarlos a través de Internet, de manera que desde cualquiera de estos se pueda consultar la obra existente en el resto», dijo Maria Antonia Vadell, consellera de Cultura del CIM.