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«Estoy en un proceso de continua reconstrucción personal que realizo, en parte, por medio de mi obra, ella me ayuda a materializarla porque, para mí, el arte no puede separarse de la vida». Así se expresa la escultora Pilar Cerdà que, desde ayer, expone en la Casa Municipal de Cultura de Felanitx bajo el título «Dimensió humana Maniobres d'equilibri».

Esculturas de hierro con elementos de barro, acero y material refractario, monotipos y grabados integran el conjunto de esta exposición en la que Cerdà reivindica de «manera sutil» un mundo más en armonía. «El objetivo es despertar para potenciar el cambio benéfico y así conseguir un equilibrio armonioso. Por eso el título de la exposición, un homenaje a todos los que participan en maniobras de equilibrio para conseguir ese cambio».

Sus piezas, casi filiformes, en ocasiones de gran altura, están presididas por la verticalidad que, para ella, significa «elevación, como si estuviera abierta»; tampoco falta en esta exposición la espiral que representa un símbolo de «crecimiento». Sus esculturas están presididas por la liviandad «que necesito para expresar esta apertura al universo». Cerdà piensa que «la obra de arte debe reflejar la experiencia vital del sujeto» por lo que su trabajo «es mi forma de ver el mundo», sobre el que siempre posa «una mirada atenta a lo que ocurre». Su forma de ver la vida, aquello en lo que cree «es lo que da cohesión a la obra».