Max es uno de los dibujantes de cómic más prestigiosos de Europa. Foto: YAYO ÁLVAREZ

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El dibujante Max ha ilustrado los dos primeros volúmenes de la colección filosófica titulada «Filosofía para profanos», que está escrita y dirigida por la filósofa afincada en Valencia, Maite Larrauri, autora de obras como «Conocer Foucault y su obra», «Spinoza y las mujeres», «La espiral foucaltiana. Del pragmatismo foucaltiano al pensamiento de la diferencia sexual», y de artículos sobre Kierkegaard, Bergson, Weil y Deleuze.

Los dos primeros volúmenes ilustrados por Max, «El deseo según Deleuze» y «La sexualidad según Foucault», son el ejemplo palpable de lo que busca esta colección: acercar la filosofía al gran público. Max matiza que «es una obra divulgativa pero sin pasarse, es decir, que no se busca poner la filosofía a nivel de parvulario. Mis historietas van ilustrando, entre los distintos capítulos, los temas tratados en cada libro. Con esto se demuestra que la historieta es un arte tan útil que se puede usar en textos filosóficos».

Las palabras de Max sirven para reivindicar, una vez más, el papel del cómic como noveno arte y terminar, de una vez por todas, con los prejuicios que intentan encasillarlo como algo infantil o como una apología de la violencia y del sexo. Max ilustra esta reflexión diciendo que «muchas veces te miran mal cuando dices que lees cómics; y eso lo dicen sin tener en cuenta su calidad. En el cómic hay todo un mundo por descubrir y, al igual que en las otras artes, hay cosas buenas y malas». Y afirma que «estos prejuicios tienen más que ver con una barrera mental que con una económica», aludiendo a los precios de los álbumes de los grandes autores.

Max, un autor reconocido internacionalmente, fue seleccionado en el último festival de Angoulême, para participar en la exposición dedicada a los grandes maestros del cómic europeo. Sólo otros tres dibujantes de nuestro país compartieron tal honor: Miguelántxelo Prado, Rubén Pellejero y Jesús Blasco.