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Pilar del Castillo, ministra de Cultura, sorprendió ayer en la entrega de los Premis Ciutat de Palma tanto por su conjunto de traje y zapatos, de aire dicididamente oriental y de ultimísima moda, como por sus declaraciones sobre la sombra que estos días planeó sobre la gala, la propuesta de un sector del mundo de la cultura convocada bajo el nombre de «Arruixada 2001».

«Lladró es una empresa extraordinaria y yo no entraré a valorar porque quien la tomó la consideró oportuna. Al margen de esto, nadie puede discutir que Lladró es una empresa extraordinaria». Estas fueron las palabras de la ministra cuando se le interrogó por la decisión del Consistorio de exponer las porcelanas de Lladró en el Solleric. Pilar del Castillo dijo que había acudido a Palma porque «he sido invitada a participar en la gala de estos premios que gozan de gran prestigio y además es una oportunidad para estar aquí».

«Lo sé, lo sé», fue la expresión de la ministra a la primera pregunta de los periodistas, con los que habló unos minutos, sobre si conocía la polémica suscitada estos días por la convocatoria de «Arruixada 2001» y apuntó que era «una pena» que los asistentes a la cena alternativa ni estuvieran en la Escola d'Hosteleria. «El conjunto de demandas en España, un país con un patrimonio artístico extraordinario, por lo que, a veces, el dinero se destina a unos sitios y, en otras ocasiones, se dirige a otros lugares», fue la respuesta de la ministra sobre por qué Balears no había recibido este año ninguna partida del uno por ciento cultural.

«Constantemente estamos distribuyendo recursos a cargo del uno por ciento cultural. Pilar del Castillo tampoco esclareció ninguna duda en la siguiente cuestión, la que se refería a las quejas del Ejecutivo autonómico respecto a la dotación de las transferencias educativas, aunque sí aseguró que «aunque en estos momentos no hay una cita concreta, pero siempre estamos dispuestos a escuchar a cualquier representante de Comunidad Autónoma o Ayuntamiento que tenga responsabilidades en materia de Educación, Cultura y Deportes». Para la ministra, las transferencias se concedieron con las partidas presupuestarias «necesarias y suficientes como para que la comunidad balear se hiciera cargo de las competencias en esta materia».