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Los sondeos arqueológicos que Enrique Díes Cusí ha realizado en el Castillo de Eivissa desde el pasado mes de octubre han revelado importantes restos en el subsuelo del emblemático recinto de Dalt Vila. Al margen de los que afectan más directamente al proyecto arquitectónico, han resultado de especial interés los hallazgos referidos al recinto fortificado de la época islámica. Así, en la Casa del Gobernador se ha encontrado un magnífico tramo de muralla que conserva íntegro su zócalo de piedra y parte del alzado, y en el Patio de Armas, restos de la muralla que separaba el Castillo de la Almudaina (época almohade, siglos XII/XIII); éstos últimos en muy mal estado, pero de gran valor para el estudio.

Asimismo, frente a la puerta principal se ha descubierto extramuros la continuación de una cloaca romana realizada con bloques en U y losas en la cubierta, todas de marés, que apareció en las excavaciones de 1998. Bajo el cuartel del siglo XVIII y junto a los restos de un gran edificio del siglo XVI (posiblemente un antiguo hospital) se ha podido acceder a una cisterna púnica que ha tenido tres reutilizaciones y ha estado en uso hasta los años 70. Finalmente, en la Casa de la Ferreria, en un estrato de relleno realizado en el siglo XIII en una época posterior a la conquista catalana para construir un suelo de piedras, ha aparecido uno de los lotes de cerámicas almohades más interesantes de los que se tienen noticia, según informó ayer el arqueólogo valenciano en el informe que ha realizado para el Consell Insular.

En total, han sido dos meses y medio de trabajo, en los que se han excavado unos cien metros cuadrados a una profundidad media de dos metros. Estos sondeos responden al interés de un espacio ocupado al menos durante 2.600 años (evolución urbanística, sistemas de fortificación, datación de las estructuras) y a la necesidades relativas a la redacción del proyecto arquitectónico a realizar en el Castillo.